sábado, 31 de marzo de 2012

Una semana muy intensa.


Esta semana que termina ha sido políticamente muy intensa. El domingo 25, la izquierda le plantó cara al PP en Andalucía. Ese mismo fin de semana, la escenificación soberanista de CIU en Cataluña. Y como no, la huelga general del jueves 29, que muestra a las claras que una sociedad democrática compleja como la española no se sujeta pasivamente a la cuadrícula de la derecha o de los tecnócratas de aquí, Bruselas o Berlín. Exigen en las urnas y en la calle soluciones informadas y políticas, en vez de criterios técnicos o demagógicos. Nos dicen que los sindicatos no son el problema sino parte de la solución, y que nunca es tarde para incorporarlos a un nuevo pacto social que ya resulta imprescindible. Este es el momento de la Gran Política frente a la política de quienes ven en esta situación una oportunidad partidista e ideológica para imponer reformas, ajustes y recortes de derechos y servicios sociales básicos como los que estamos conociendo hoy aprobados por el Gobierno de Rajoy para este año. Y que podemos describir como de sufrimiento y paro para los que menos tienen y de regalo fiscal para los que más tienen. El PP no quiere enterarse de que gobernar en tiempos difíciles es hacer política, que en su sentido más noble es decidir cómo queremos vivir juntos. Que no basta con disponer de una mayoría absoluta, aunque sean tan amplias como la conseguida el 20 de noviembre, sino que es necesario un compromiso histórico entre las diversas fuerzas que representan a la mayoría de la ciudadanía, sin sujeciones ideológicas y con cesiones mutuas. En definitiva, trabajar por el bienestar de todos y entre todos, incorporando las medidas de saneamiento y las reformas estructurales necesarias para corregir el déficit público, pero también políticas de crecimiento que combatan nuestra gigantesca bolsa de paro y mantengan los sistemas de protección social. La democracia ya no es ni será una cuestión de confianza en las élites políticas y empresariales, sino más bien la gestión de la desconfianza en un proceso abierto permanente hacia esas élites. 

Ángel Luis Jiménez Rodriguez 

miércoles, 28 de marzo de 2012

29M Huelga General

Mañana 29 de Marzo, huelga general. Las huelgas se convocan siempre para ganarlas, pero en algunas ocasiones como ésta, la huelga se convoca porque no queda más remedio. A pesar de que nueve comunidades autónomas hayan impuesto servicios mínimos ilegales, los empresarios digan que nos acercamos a Grecia y nos alejamos de Alemania o amenacen con represalias con la reforma laboral en la mano. Muchos trabajadores sienten miedo a sus consecuencias, pero otros muchos trabajadores sienten más miedo a perder con la reforma laboral lo poco que tienen. Esta es también una huelga política. El grado de irritación de la ciudadanía ante las medidas de recortes, ajustes y reformas del Gobierno ha facilitado su apoyo. También supone un respaldo al papel social de los sindicatos, puestos en duda por la derecha con autenticas infamias sobre su legitimidad, y a su necesidad en un Estado social y democrático de Derecho. Es también una respuesta civilizada ante una agresión salvaje del Gobierno que considera más el impacto económico que la frustración ciudadana y el sufrimiento de los trabajadores, sobre todo de los más jóvenes, castigados como nunca por el desempleo. Muchos ciudadanos preguntan qué pasara el día después. Esta huelga habrá dejado huella para que en los días, semanas y meses siguientes, el Gobierno reabra el diálogo con los sindicatos, utilice una mayor pedagogía para explicar políticamente sus medidas o las module cuanto sea necesario. La pérdida de votos en las elecciones andaluzas y esta huelga general harán que este sea un punto de inflexión para el Gobierno de Rajoy. Espero que se plantee otra forma de gobernar, porque si no se estará equivocando de nuevo y tendrá un futuro políticamente  incierto. Así que hay muchas razones para la huelga general, las concentraciones y las manifestaciones de mañana día 29M. Como decía Gramsci, nuestro compromiso con nuestro tiempo es cambiar la vida y la historia, sino queremos que antes nos la cambien otros.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

lunes, 26 de marzo de 2012

Buenas noticias para Andalucía.

Hoy la noticia es que el PP gana en Andalucía, pero sólo por unos miles de votos, aunque no gobernará porque lo hará la izquierda, PSOE e IU, en coalición. No podemos olvidar que nuestra democracia es parlamentaria y los pactos o las coaliciones son la esencia de la democracia parlamentaria. Andalucía, según los resultados electorales, sigue siendo de izquierda, pues entre PSOE e IU superan en 11 puntos a la derecha del PP. Fracasó Arenas y fracasó Rajoy. Esperaban ratificar por las urnas en Andalucía las reformas del Gobierno del PP. También se cerró el circuito electoral iniciado por el PP en Mayo del 2011. No lo querían reconocer, pero los del PP sabían que estos tres meses de mal Gobierno tendría efectos negativos sobre su planteamiento hegemónico. Por eso ocultaron los presupuestos generales hasta después de las elecciones andaluzas, el 25M querían tener el control de todas las autonomías e instituciones del Estado. Pero la reforma laboral, el copago y los recortes sociales tuvieron un efecto de desgaste electoral en Andalucía que ha dado la vuelta a todas las encuestas. La mentira y el engaño tienen las patitas muy cortas y nunca se puede transformar la mentira en verdad. El PSOE toma aliento con los resultados de Asturias y Andalucía, pero tiene que cambiar y volver a sus abandonados orígenes, las ideas socialistas, la participación de su militancia y los programas para un electorado de izquierda. Estos son nuevos tiempos políticos para Andalucía y no podemos defraudar a los andaluces. Espero que Izquierda Unidad pueda dar estabilidad al próximo gobierno andaluz y humildad a los dirigentes socialistas para superar esas etapas de mayoría absoluta, que no han ayudado al equilibrio del partido y de sus gobiernos. Así que hay alternativa para Andalucía, porque sin alternativa no hay margen para la política y la democracia.

María José y Ángel Luis Jiménez

miércoles, 21 de marzo de 2012

La Santa Alianza

El 25 de marzo, el Partido Popular puede poner el broche de oro a la cosecha de victorias electorales de la derecha conservadora en plena crisis económica. En este país desde el establecimiento de la democracia la derecha no había tenido nunca tanto poder. Un poder puesto al servicio de sus aliados naturales, la Patronal y la Iglesia católica, que le facilitan medios y votos. En apenas cien días, como contrapartida el Gobierno del PP ha regalado a la Patronal una reforma laboral que ha convertido el Estatuto de los Trabajadores en el Estatuto de la Patronal, y a la Iglesia unas reformas sociales que desmantelan las bases de un sistema de protección y derechos  construido en torno a los compromisos de nuestra Constitución y que nos sitúan al margen de la ella. No fue ésa, por supuesto, la aspiración de nuestros constituyentes. El listado de derechos damnificados a favor de la Iglesia es bastante amplio: El derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo;  la “conversión” de la asignatura Educación para la Ciudadanía en un catecismo neoliberal; la supresión de los matrimonios de personas del mismo sexo o el de la paridad de la mujer, otro “diabólico” invento de las feministas. Esta Santa Alianza conservadora se está quedando con todo el poder institucional. Esto significa tener las manos libres para llevar a cabo el programa de reformas ya desveladas hasta ahora y otras sin desvelar todavía como la reforma del Estado Autonómico, justificadas por los problemas económico-financieros. Sólo un resultado favorable de la izquierda en Andalucía podría desmontar esa revolución neoconservadora, ese réquiem por las libertades, para convertirse en el foco inicial de la resistencia en la defensa del Estado democrático y social de Derecho reconocido en la Constitución Española. No podemos aceptar, ni admitir que esta Santa Alianza nos convierta de nuevo en vasallos, queremos seguir siendo ciudadanos y ciudadanas.

lunes, 19 de marzo de 2012

¡Viva La Pepa!

Hoy se cumplen 200 años de la aprobación en Cádiz de la primera Constitución que consagró en España la muerte del súbdito y el nacimiento del ciudadano, motivo para sentirse orgulloso de ser gaditano. España fue el tercer país del mundo después de Estados Unidos y Francia en dotarse de una Constitución. La Constitución, muy extensa con más de 370 artículos, toma decisiones muy importantes que perduran evolucionadas o no hasta hoy, a pesar de las interrupciones en etapas autoritarias y antidemocráticas. La Constitución fue más lejos que los discursos de sus diputados progresistas, que no querían perder apoyos o votos del resto de los diputados entre los cuales había sacerdotes y obispos. Pero estos diputados sabían que no hay Estado Constitucional sin separación de poderes, lo que  a su vez garantiza los derechos ciudadanos. Por eso explicaban la Constitución aprobada diciendo que se creaba una asamblea representativa y electiva para hacer las leyes, limitando el veto del Rey como algo temporal y anulable por las Cortes, se establecía un poder ejecutivo que residía en el Rey pero que concedía la última decisión a los ministros del ramo y se limitaba el poder judicial a entender exclusivamente de materias jurisdiccionales, excluyéndoles de la participación política. Termino esta reflexión sobre la Constitución de 1812 seleccionando algunas de las aportaciones de las Cortes de Cádiz a nuestro derecho Constitucional actual: El derecho fundamental a la difusión de las ideas, mediante la libertad de expresión e imprenta; La educación básica como obligación del Estado; La fiscalidad para todos que repartirá los impuestos sobre bienes rústicos y urbanos en proporción a sus facultades sin excepción ni privilegio alguno; Libertad de trabajo y de industria, abriendo la actividad económica a todos sin más restricciones que su capacidad; La creación de las Diputaciones Provinciales tratando de crear en todo el territorio nacional  un sistema uniformizado. Casi 200 años después, estos y otros derechos de la Constitución de 1812 impregnan el espíritu y la letra de la Constitución de 1978. Hoy, que tenemos libertad y somos ciudadanos, nuestro grito de alegría democrática no puede ser otro que ¡Viva La Pepa!      

miércoles, 14 de marzo de 2012

Razones para la huelga del 29M.

La huelga es un derecho constitucional reconocido a los trabajadores en defensa de sus intereses (artículo 28.2 de la C.E.). Después de la reforma laboral y de los ajustes y recortes del Gobierno de Rajoy, la huelga se ha convertido en una necesidad, en un gesto imprescindible de los ciudadanos para oponerse a esta disparatada reforma laboral que amenaza nuestro modelo social. España tal y como la define el artículo 1º de la Constitución es un “Estado social y democrático de derecho”. En un Estado social  los derechos laborales presiden las relaciones entre empresarios y trabajadores, únicos sujetos legitimados para ejercer tal derecho según la Constitución (artículo 7). El decreto ley de la reforma laboral entra en confrontación directa con el Estado social español y los derechos capitales de nuestra constitución, como el derecho al trabajo (artículo 35), el derecho a la negociación colectiva (artículo 37) y el derecho a la libertad sindical (articulo 28). Por ello, la reforma laboral del nuevo Gobierno es inconstitucional, pero lo más grave es que no se han molestado ni en disimularlo. Veamos algunos de los derechos que quedan en entredicho con esta reforma: Primero, el despido con causa. Según el artículo 35 de la Carta Magna, hay que alegar una causa para despedir, pero el contrato “por tiempo indefinido de apoyo a los emprendedores” es un despido sin causa y sin indemnización en toda circunstancia y con cualquier contenido. Segundo, la negociación colectiva. Según el artículo 37.1 de la Constitución,  “La ley garantizará el derecho a la negociación colectiva entre los representantes de los  trabajadores y los empresarios, así como la fuerza vinculante de los convenios”. Este derecho sufre un verdadero desarme y desnaturalización en la reforma, porque cuando concurran causas “económicas, técnicas organizativas o productivas, la dirección de la empresa puede obviar el convenio colectivo firmado y no aplicar las condiciones de trabajo previstas en el mismo, incluyendo la cuantía salarial”. Tercero, la Libertad sindical. La negociación colectiva forma parte del contenido esencial de la libertad sindical, es el medio necesario para su ejercicio y su negación u obstaculización -como hace el decreto ley de la reforma- constituye una violación de la liberta sindical, porque en la práctica le quita su función básica. En resumen, la reforma laboral aprobada por el Gobierno abandona el modelo constitucional basado en el equilibrio de las relaciones de trabajo para desembocar en un “derecho laboral del empresario”. Rajoy ha delegado la regulación del ámbito laboral en los empresarios, dándoles todo o más de lo que le pedían. El trabajo ha pasado de ser un derecho constitucional a un acto altruista y caritativo como quería la patronal. Y todavía nos dicen que no hay razón para una huelga. El mensaje de la calle fue muy claro este 11M, si el Gobierno del PP no rectifica, hay razones para la huelga del 29M. Por esta razón, estaremos en la calle. No puede haber paz para los malvados, ni los indignados/as se la vamos a dar.

domingo, 11 de marzo de 2012

El discurso de la austeridad y el miedo.

Al inicio de la campaña electoral en Andalucía, el candidato del PP Javier Arenas nos repite continuamente el discurso de la austeridad, palabra con mucho arraigo en la tradición cristiana que parece sugerir el triunfo de la virtud -austeridad- frente al vicio del despilfarro. Eso sí, austeridad para las clases populares, para los que menos tienen, quedan excusados los que más tienen. El discurso de la austeridad es el instrumento ideológico del candidato Arenas. También nos lo repiten continuamente los ministros del Gobierno de Rajoy, en concreto, su ministro de Economía Luis de Guindos. Esta semana nos adelantó, en la sesión de control en el Congreso de los Diputados, que los presupuestos de este año serán muy austeros, los peores desde la Transición, con una bajada de gasto medio en cada ministerio de un 12,5% y un tajo brutal en la inversión pública del 40%. Pero lo más grave son las mentiras del PP, cuando dicen que los presupuestos deben ser austeros por el despilfarro anterior. El consejero del Banco de España, Guillem Lopez-Casasnovas, nos decía en El País del 4 de marzo que “dos tercios del déficit se explican por las desviaciones derivadas de la pobre recaudación de impuestos y sólo un tercio de la desviación del gasto”. Ante tanta mentira, la izquierda debe usar la Sociedad de la Información, las nuevas tecnologías y las mayorías sociales si quiere tener una posibilidad de impedir el saqueo de la mayoría de los derechos sociales básicos en los presupuestos aplazados de este año, -aplazados para ahorrarnos disgustos hasta después de las elecciones andaluzas, dicen-. Estos y las leyes son los únicos instrumentos de que disponen las clases populares para conseguir que no sean reversibles sus conquistas sociales. Porque no podemos perder nuestros derechos, ni volver al pasado permitiendo que este capitalismo depredador con su discurso del miedo -miedo como instrumento político-, allane el camino a cambios que en otras circunstancias se hubieran considerado inadmisibles e inaceptables por la ciudadanía.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

sábado, 10 de marzo de 2012

La autonomía municipal.

Parecen buenas las nuevas medidas del Gobierno para que ayuntamientos y autonomías paguen las facturas pendientes a los proveedores a partir de mayo, sin embargo hay que conocer los detalles, la letra pequeña del decreto aprobado hoy en Consejo de Ministros para saber la verdad. Esta iniciativa que ya fue aprobada por el PP en el Congreso de los Diputados, cuenta con 35.000 millones de euros. Las comunidades autónomas y las corporaciones locales recibirán de los bancos un préstamo, a diez años y con un tipo de interés del 5%, de los préstamos que a su vez los bancos toman, sin límites, del BCE al 1%. La banca como siempre es la primera beneficiada de esta medida, que recibirá la garantía del Estado para estos préstamos. Los proveedores de ayuntamientos y autonomías que acepten quitas cobrarán antes. Este mecanismo es normal entre las empresas privadas, pero una barbaridad en la administración, porque asimila lo privado a lo público. No estamos hablando de empresas en situación de suspensión de pagos o concurso de acreedores, sino de administraciones tratadas como si estuvieran en quiebra. Pero, ¿lo están realmente? Estas medidas las aprovecha el Gobierno para obligar a los gobiernos locales a realizar duros planes de ajustes, que deberán estar aprobados antes del 31 de marzo. Los ajustes condicionarán los presupuestos municipales, porque el Gobierno en un claro mecanismo de financiación chantajista e intervencionista, podrá retener la participación en los ingresos tributarios del Estado a aquellos municipios que no realicen estos planes o los incumplan. Con estas medidas intervencionistas políticas y económicas, cómo queda la autonomía municipal reconocida en el artículo 140 de nuestra Constitución. Y lo más triste es que al final, como siempre, los recortes del gasto, los servicios, las inversiones y la subida de impuestos para pagar las deudas producidas por una pobre recaudación municipal, sobre todo en licencias de obras por la caída del ladrillo, correrán por cuenta de los vecinos de cada municipio. La austeridad en el gasto, los recortes de derechos y los ajustes ideológicos, ya no sólo vendrán del Gobierno y las Autonomías, sino también de los Ayuntamientos. Dan ganas de irse, pero… para tomar aire y volver un segundo después, más fuerte e indignado.

Ángel Luis Jiménez Rodriguez

jueves, 8 de marzo de 2012

La discriminación de la mujer trabajadora.

La crisis actual está siendo especialmente dañina para las mujeres. Además, la reforma laboral del nuevo Gobierno constituye un tobogán que acelerará aun más las desigualdades ya existentes. En los principios fundamentales del Tratado de Roma -embrión de lo que hoy conocemos como la Unión Europea- se incorporó hace 55 años la igualdad de salarios entre todos los trabajadores sin distinción de sexo. Pero medio siglo después, la realidad es que las europeas ganan un 15% menos que los europeos por realizar el mismo trabajo. En España el porcentaje de diferencia alcanzaba el 22%, pero con la crisis se ha elevado al 29%. Además, 76 de cada 100 personas que en nuestro país tienen contrato a tiempo parcial son mujeres. Una mujer europea tiene que trabajar 418 días para cobrar lo mismo que un hombre en 365. Legalmente no debería ser posible este abuso, y de hecho en determinados sectores no ocurre, pero en las empresas se emplean determinadas artimañas de falsas categorías profesionales, inferiores a las reales, que propician la reducción salarial. Desde hace pocos años se ha establecido un Día Internacional por la Igualdad Salarial entre Hombres y Mujeres, el 22 de febrero. Ahora con la crisis y sus recortes, la reivindicación no debe ser cosa de un día, sino de todos los días del año, porque la desigualdad salarial se ha hecho crónica y, es una realidad, que escapa de todas las normas, leyes y hasta de la lógica más elemental. Un país no puede progresar cuando la mitad de su población es discriminada, marginada o acosada laboralmente. No más silencios. Renovemos cada día nuestro compromiso de hablar alto y claro sobre la discriminación de la mujer trabajadora, porque la única batalla que se pierde es la que se abandona.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Los plazos siempre tienen un coste.

El Gobierno de Rajoy está multiplicando por diez los recortes y las medidas de ajuste con respecto al Gobierno anterior. Pero para este viaje no se necesitaban cambios o eran alforjas lo que decía el refrán. No sé por qué este Gobierno continúa sin decir la verdad. En estas circunstancias tan difíciles, demorar la información sobre la negrura de la situación agrava la recesión. Nos hablan y nos repiten la cantinela del déficit, pero retrasan su ajuste. Si conociéramos a qué figuras y partidas de los presupuestos  afectan esos recortes, reduciríamos la incertidumbre. También reduciríamos la irritación que genera su actitud en las instituciones europeas, a las que con una mano se les suplica flexibilidad y con la otra, se les niega los datos del presupuesto. Ya estamos en el mes de marzo y cada día se acortan más los tiempos para presentar los presupuestos y hacer los ajustes. Por lo tanto, el esfuerzo se concentrará en menos tiempo y será más doloroso. El dubitativo de Rajoy con su impronta gallega demora cada día tomar decisiones. Además, lo pone todo tan negro que cuando cunde la desesperanza aparece él en el último momento para suavizar la situación, pues de las malas noticias ya se encargan sus ministros. Malas noticias que se reservan ahora hasta después de las elecciones andaluzas y asturianas. No hay duda que el PP con su actitud está priorizando los intereses de partido y la victoria de su delfín Arenas en Andalucía. No les importa aplazar los intereses generales del país, aunque saben que en economía los plazos siempre tienen un coste.

Ángel Luis Jiménez Rodriguez

lunes, 5 de marzo de 2012

Una campaña incierta.

La campaña electoral de los novenos comicios andaluces, que finaliza el 25 de marzo, comienza esta semana. No se sabe qué pesará más, si los agobiantes tres meses del Gobierno del PP en España con reformas, ajustes y recortes de derechos y servicios a los ciudadanos o los treinta años de luces y sombras del gobierno socialista en Andalucía. Luces en sanidad, educación, dependencia o innovación con avances notables, además de los aciertos en otras áreas como agricultura. Y sombras como la reforma en el sector público o los fallos de cálculo a la hora de propiciar la unión de las cajas de ahorro, que al final se quedó en nada, pero siempre sin engaños ni mentiras. El PP andaluz cuando habla de reformas o cambios se refiere a la demolición de los derechos laborales vigentes y al cambio de las leyes de dependencia, de costas y de interrupción voluntaria del embarazo, entre otras. En el Congreso del PP de Sevilla, se decía que había que pintar de azul Andalucía y conseguir el azulamiento general de España. Una España monocroma y uniforme, además de abrumadora, sería poco democrática. El candidato del PP, Javier Arenas, cuando explica las reformas y el cambio dice “que el cambio es tener el gobierno más reformista y austero de España”. Pero cuidado con tanta austeridad, no vayamos a terminar en la pobreza y la miseria. Y refiriéndose a Rajoy dice “No puedo sino agradecer lo que ha hecho en estos tres meses. Nunca nadie ha hecho más reformas en tan poco tiempo”. Aunque esas reformas sean una auténtica locura y lleven a Andalucía a una situación mayor de paro -con una tasa del 31%-, imposible de soportar por el pueblo andaluz y bastante peligrosa socialmente. Ayer, el candidato del PSOE, José Antonio Griñán, advertía que si los cambios prometidos por el PP para Andalucía eran como los del Gobierno de España “nada va a mejorar, sino que todo va a empeorar, porque ya están en España y el cambio ha sido a peor”. “El cambio es el retroceso, es volver al pasado”, dijo. Y, “si es posible hacer oposición desde la mentira, no es posible escapar de la realidad desde el Gobierno”, añadió. Sin embargo, en esta campaña los ciudadanos no quieren ya más verborrea hueca, ni fraseología idiota ni discursos mentirosos, sino que los políticos dediquen todas sus energías a superar los desafíos que plantea el empobrecimiento general de la economía, la tasa de paro más alta de Europa, la sequia del crédito o del campo y el deterioro del clima social. Porque los indignados, concienciados y desesperados que están en la calle piensan que aunque les hayan robado el trabajo, no les robarán el presente y el futuro.

Ángel Luis Jiménez Rodriguez

sábado, 3 de marzo de 2012

España no es Italia.

La Mezquita de Córdoba vale 30 euros. El 2 de marzo de 2006, la Iglesia católica española pagó ese importe por inscribirla a su nombre en el registro de la propiedad de Córdoba. Esto fue posible gracias al Gobierno de Aznar que cambió la ley hipotecaria en 1998 para permitir que la Iglesia se apropiara de edificios de dominio público, aunque fueran patrimonio de todos los españoles. Además, la Iglesia por este y otros edificios no paga el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). Tampoco se ocupa de su conservación y restauración, pues lo hace el Estado. Sin embargo, el dinero de la entrada a la mezquita, que vale ocho euros por persona con una media de un millón de visitantes al año, se lo queda la Iglesia que tampoco paga impuestos por estos ingresos al considerarse un donativo exento de impuestos. Ahora, la Unión Europea quiere que el Gobierno español cobre el IBI a la Iglesia, igual que se ha hecho en Italia. En esta época de crisis y de ajustes del Gobierno del PP, esos 3.000 millones de euros al año suponen la décima parte del déficit que le falta a Rajoy para cuadrar las cuentas del Estado. Pero la Iglesia no está dispuesta a ceder sus privilegios ni un ápice. Ayer, el secretario general de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, aseguró que “es un error intentar comparar la situación de España con la de Italia”. Y que “la Iglesia no tiene ninguna legislación sobre este asunto”, por lo que los obispos españoles no tienen ninguna intención de dar pasos para cambiar la situación actual. Para concluir amenazando con recortar alguno de los servicios de Cáritas, si al final ocurriera como en Italia. Se le olvidó o no recordaba, siendo benevolente, que la Iglesia católica española en sus presupuestos no tiene asignada ninguna cantidad para Cáritas. Esta entidad se financia con el importe de la casilla correspondiente a otros fines de interés social del Impuesto de la Renta (IRPF) y con las aportaciones voluntarias de particulares y empresas (desgrava en el IRPF y en el Impuesto de Sociedades). Ay, dios mío, qué fácil es predicar, pero qué difícil dar ejemplo. No aceptan perder rentas y privilegios, aunque sea de una Iglesia que dice estar con los pobres.

jueves, 1 de marzo de 2012

La ONIF y el caso Gürtel.

La última medida preocupante del Gobierno de Rajoy ha sido destituir a la cúpula de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) de la Agencia Tributaria. El más importante de los destituidos ha sido Víctor de la Morena, jefe de investigación de la oficina, acompañado de la de otros cinco jefes de equipos que llevaban los casos más sensibles e importantes de la agencia, casos Gürtel, Mata o Urdangarín. Los destituidos no eran cargos políticos, sino funcionarios públicos, la élite de los inspectores de Hacienda dedicados a los grandes fraudes y blanqueos de dinero. Algo que también llama la atención es la forma brusca de la destitución, instándoles a desalojar sus despachos inmediatamente y dejar todos los expedientes y documentación relacionados con los casos señalados de fraude y blanqueo. La iniciativa de las destituciones ha partido de Pilar Valiente, recién nombrada por el ministro jefe adjunta de la ONIF. Esta Sra. fue presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) durante el Gobierno de Aznar y tuvo que dimitir por actuaciones indebidas en el caso de Gescartera. Se sospechó que había tratado de favorecer a los implicados y posteriormente procesados. Parece que la política del PP para terminar con el fraude fiscal, el blanqueo y la corrupción es dejar de perseguirla mediante la eliminación de los jefes de equipos que la investigaban en la Agencia Tributaria. Existirá relación entre estas destituciones y las  destituciones de los responsables policiales que informaron del caso Gürtel. Y con la separación de la magistratura del juez Garzón que también investigaba este caso. Ojalá me equivoque en mis suposiciones por el bien de este país y de su democracia en la que sigo creyendo.
Ángel Luis y María José Jiménez