Los "lobbies"
son grupos de presión política, colectivos con intereses comunes que realizan
acciones dirigidas a influir ante la Administración Pública para promover
decisiones favorables a los intereses de ese sector concreto de la sociedad. Los
más poderosos son los "lobbies" industriales de las grandes
multinacionales o los financieros de los grandes bancos, pero existen para
cualquier actividad económica.
Durante los
últimos dos décadas, la toma de decisiones dentro de la Unión Europea ha sido
secuestrada por estas grandes corporaciones a través de los lobbies
sectoriales. Las consideraciones sociales y ecológicas son frecuentemente
marginadas en este proceso tan poco democrático.
En España, los
principales actores dentro de los grandes "lobbies" europeos son las empresas
transnacionales, líderes de facto de la contribución estatal a la actual
globalización neoliberal. Ellos presionan al Gobierno español, a las
organizaciones internacionales y a la misma Unión Europea en todo tipo de toma
de decisiones.
Los
“lobbies” tienen dos caras. Por
un lado, una pública y transparente encarnada en aquellos grupos que gestionan
su poder de influencia desde las grandes capitales del poder, y, por el otro,
una faceta oculta, generalmente inaccesible al público, desde la que intentan
ganar voluntades de una manera más oscura.
Uno
de los grandes “lobbies” del Mediterráneo es Ferrmed. Manuel Morón, presidente
de la Autoridad Portuaria, en un acto organizado por la Asociación @ndaluciabay
20.30 apuntó que “Ferrmed está influyendo en el Gobierno de Rajoy con un plan
de acción para evitar que el puerto de la Bahía de Algeciras se conecte con
Madrid a través del eje ferroviario Bobadilla-Algeciras”. Esta conexión
ferroviaria que llegaría desde Algeciras hasta Estocolmo alcanzaría los 3.500
kilómetros, conectaría a 245 millones de ciudadanos (el 54% de habitantes de la
Unión Europea) y el 66% del producto interior bruto europeo.
En
este acto reivindicativo del tren Algeciras-Bobadilla, también lamentaba la
“falta de voluntad política y la falta de credibilidad política de los
populares” y habló de agravios comparativos por parte del Gobierno de España y del
peligro que representa el puerto de Sines (Portugal). Un puerto que estará
comunicado eléctricamente vía ferrocarril con Madrid antes que el de Algeciras con
el apoyo del Gobierno español. ¿Por qué? ¿Son más importantes los intereses portugueses
que los españoles para Rajoy?
El
próximo día 18 de mayo se ha convocado una manifestación comarcal en Algeciras
en defensa de inversiones para una línea férrea electrificada
Algeciras-Bobadilla-Madrid. Un línea
electrificada de la que carece el primer polígono industrial de Andalucía, el
primer Puerto del Estado y la bahía de Algeciras, privilegiada por su posición
geográfica y transfronteriza, pero con devastadores índices sociales y la más alta
tasa de paro y precariedad -colocando a algunas de las poblaciones
campogibraltareñas entre las más empobrecidas de todo el país-, debido a la
falta de equidad del Gobierno en la distribución de los fondos públicos.
El
futuro de nuestra Comarca, la creación de empleo estable y de calidad, y la
viabilidad de las empresas de la zona requieren una rectificación inmediata de lo
presupuestado este
año para esta obra estratégica que
consolida dos de los ejes de transporte básico de Europa. Ejes que terminan o
empiezan en Algeciras vertebrando toda
la cadena logística del continente europeo. Todo ello desde el absoluto
convencimiento de que estamos exigiendo recursos para la obra pública de mayor
tasa de retorno del Estado. ¿Pero cómo no lo ve el Gobierno? ¿Cómo podemos
competir con los puertos de Valencia o Barcelona con una mano atada a la
espalda por el aislamiento al que nos somete el Gobierno
del PP?
En la Bahía de
Algeciras somos más de 220.000 habitantes, convivimos con dos mares, dos
continentes, cuatro lenguas y tres banderas. Y sobre todo, con un desprecio
continuo de nuestros Gobiernos, de todos sin excepción. Conectar el Puerto de
Algeciras con el centro de España y el resto de Europa es bueno no sólo
para Algeciras, sino para el Campo de Gibraltar, Andalucía, España y Europa.
Gastemos el dinero en lo verdaderamente importante. Europa lo sabe. Nosotros
deberíamos saberlo. Así que el 18M en Algeciras estaré en la calle para
reivindicar nuestro tren, y espero que, sin distinción de ideología, partido o
credo, los algecireños también se sumen porque ya hemos cumplido suficiente penitencia con UN SIGLO SIN TREN.
María José Jiménez
Izquierdo
2 de mayo de 2017