domingo, 1 de noviembre de 2020

Una política de migración y asilo.

 

Los movimientos de población son un fenómeno natural que no constituye ni una anomalía ni una amenaza, pero no dejarán de estar en la agenda política de todos los países. Nadie debería sorprenderse de que los seres humanos busquen un futuro mejor para sí mismos y sus familias.

Ningún país puede por sí solo gestionar la migración. Su naturaleza es intrínsecamente transnacional, como lo es también el cambio climático, un factor que influye en los desplazamientos de las personas como la inseguridad, la pobreza o la simple falta de oportunidades.

El Pacto de Marrakech por una Migración Segura, Ordenada y Regular fue aprobado por 160 países, incluyendo España, y adoptado formalmente como Resolución de la Asamblea General de la ONU el 19 de diciembre de 2018.  

Este Pacto establece un modelo de responsabilidad compartida donde es posible maximizar las ventajas de las migraciones para los países de origen, tránsito y destino. Traza 23 objetivos que abordan el fenómeno en todas sus dimensiones garantizando los derechos humanos, erradicando las vulnerabilidades de los migrantes durante todo el ciclo migratorio y garantizando su acceso a los servicios sociales básicos.

Sin embargo, el Pacto sobre Migración y Asilo de la Unión Europea no ha recogido partes de esos 23 objetivos de Naciones Unidas y, los más importante, ha eliminado el principio de solidaridad europea al no proponer ningún mecanismo que obligue a todos los Estados miembros a hacerse responsables de la acogida. Esta decisión supondrá que países fronterizos como España y Grecia sigan como hasta ahora, gestionando en solitario las demandas de asilo al tratarse de países de entradas.

Resulta inquietante que la Unión Europea haya asimilado los discursos antiinmigración de la extrema derecha frente a sus valores de defensa y protección de los derechos humanos, en un claro guiño a gobiernos como los de Hungría o Polonia, que demandan posturas más duras.

Varios diputados de Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde propusieron, esta pasada semana en Algeciras, una Propuesta alternativa donde todos los Estados europeos deberían implicarse en la gestión de la migración. Esta propuesta pretende contribuir al debate europeo de la migración que aún está lejos de cerrarse.

Preocupa que la Comisión Europea se esté distanciando de los valores fundacionales de la Unión como son preservar y defender la dignidad humana, la libertad, la democracia, la igualdad, el Estado de Derecho y el respeto de los derechos humanos. Qué nos quedará.


Publicado el 20 de octubre de 2020 en el Europa Sur.

El estrés del personal sanitario.

 

Este verano muchos trabajadores, tras haber permanecido de baja y, antes de estar en condiciones para reincorporarse a sus puestos de trabajo, han sido dados de alta médica, entre ellos muchos profesionales sanitarios con cuadros de ansiedad depresión tras estar en primera línea de lucha contra el Covid-19.

El Hospital Virgen del Rocío de Sevilla lidera un estudio nacional que confirma el estrés de los sanitarios en la pandemia de coronavirus, valorando el estado mental y psicológico del personal sanitario español. Este estudio también recoge datos sobre factores sociales y organizacionales que pueden influir en la sintomatología.

Los datos registrados sobre crisis sanitarias causadas por enfermedades infecciosas indican que el personal sanitario está en especial riesgo para desarrollar síntomas relacionados con el estrés. Los más habituales son ánimo depresivo, ansiedad, irritabilidad e insomnio, entre otros, que afectan a su satisfacción laboral y rendimiento.

Sobre esta hipótesis, los especialistas en Salud Mental del hospital sevillano recogieron un total de 1.407 encuestas respondidas por personal sanitario de todas las categorías profesionales que hubieran desempeñado su labor en hospitales españoles durante el mes de abril.

Los resultados, publicados en la revista científica Journal of Affective Disorders, muestran que el 24,7% sufren estrés agudo. Esto se asociaba a factores como ser mujer, ejercer como médico, no tener acceso a material de protección y riesgos subjetivos percibidos por los profesionales. Por otro lado, el 53,6% padecieron síntomas relacionados con una pobre salud general.

Una pobre salud general se relacionaba una vez más con ser mujer, trabajar en un área geográfica con alta incidencia de contagio, no poder ser escuchada/apoyada por sus compañeros, percibir gran estrés en el puesto de trabajo y miedo a convertirse en fuente de contagio para los demás.

La alta prevalencia de síntomas emocionales y de deterioro de la salud general entre los profesionales sanitarios indican la necesidad de implementar medidas de reducción de estrés al colectivo sanitario Los aspectos organizacionales y los riesgos percibidos en el entorno laboral son aspectos clave que aumentan los síntomas de estrés agudo y ansiedad.

Por eso, todas las estrategias de prevención que protejan la salud de este colectivo sanitario son prioritarias para poder afrontar la próxima crisis epidemiológica. Si queremos humanizar la medicina, empecemos por atender los sentimientos, las emociones y el deterioro de la salud general de los profesionales de la sanidad.


Publicado el 13 de octubre de 2020 en el Europa Sur

El Tren.

 

En el mes de diciembre de 2020 tendría que estar terminado el Proyecto de ejecución de las obras del ramal central ferroviario Algeciras-Bobadilla-Madrid, integrante de dos de los nueve Corredores Ferroviarios Europeos.

No será así, ni a corto ni a medio plazo, aunque este proyecto sea relevante para la Unión Europea. Aún más para España como instrumento de vertebración del territorio. Además de facilitar el acercamiento entre Europa y África.

Los acuerdos de Bruselas han sido ninguneados por los dos partidos gobernantes: PSOE y PP. Algo inexplicable y perjudicial porque coloca al Puerto de Algeciras en peores condiciones no solo frente a los puertos españoles de Valencia y Barcelona, sino también frente al puerto portugués de Sines.

Ante esta situación de abandono, la Plataforma Civil de Conocimiento Andaluciabay20.30 se dirigió en el mes de agosto a los diputados andaluces que ocupan escaños en el Congreso de Madrid, exponiéndoles la singular y lamentable realidad que está sufriendo el proyecto de ejecución del ramal europeo de Algeciras-Madrid.

El día 30 de septiembre se firmó en la Cámara de Comercio de Algeciras un manifiesto suscrito por la citada Plataforma campogibraltareña y los Diputados andaluces, solicitando al Gobierno de España que de manera urgente, comprometida y justa acometa y finalice las infraestructuras ferroviarias que acaben con el aislamiento terrestre del Puerto de Algeciras y las industrias de la Bahía.

El inigualable posicionamiento mundial del Campo de Gibraltar y del Puerto de Algeciras representa una oportunidad única para desarrollar la potencialidad no solo de Andalucía, sino del enclave estratégico del Estrecho y el Norte de África.

La conectividad por tierra mediante la consolidación de esta Red transeuropea, unida a la condición de cruce mundial de comunicaciones entre Europa, África, América y Asia, reforzaría la posición del Campo de Gibraltar, única Comarca europea ribereña tanto del Atlántico como del Mediterráneo, y la más cercana al continente africano.

A pesar de las anteriores evidencias, la ejecución de las obras en los diferentes tramos de la línea Algeciras-Bobadilla, que compete al Gobierno del Estado, sufre importantes retrasos y, lo más grave, falta de disponibilidad presupuestaria, en contraste con otras regiones portuarias de nuestro país. Esta anormalidad debe ser corregida de manera inmediata, porque los campogibraltareños no podemos entender esta desigualdad ni tampoco el abandono histórico que venimos sufriendo desde tiempo inmemorial. ¿Por qué?


Publicado el 6 de octubre de 2020 en el Europa Sur


Una Administración colapsada.


La pandemia del covid-19 ha puesto de manifiesto el colapso institucional de la Administraciones, ya sea a nivel local, autonómico o estatal. Conseguir una cita previa para hacer trámites en la Administración resulta imposible desde hace meses.

La Seguridad Social sufre ese colapso por el déficit de personal. El aumento de las tramitaciones de prestaciones sociales y los ERTE, se ha visto agravada por las tramitaciones del ingreso mínimo vital.

Al suspenderse la presencialidad, la Sede Electrónica podría haber resuelto parte del problema, pero son muchos los que no tienen certificado digital, ni clave para acceder a los servicios. Y la atención telefónica se ha hecho imposible.

Este colapso de la Administración ha paralizado totalmente la gestión de forma presencial en las oficinas de la Seguridad Social, ya sea para jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad o a favor de familiares… La mitad de las provincias de este país ya no disponen de citas previas ni dan la posibilidad de pedirla para los próximos meses.

El mensaje que aparece al gestionar la petición es el siguiente: “Lo sentimos, no existe disponibilidad en los próximos días para el servicio solicitado. Si lo desea, puede intentar de nuevo su búsqueda volviendo a la pantalla anterior y eligiendo otra ubicación”.

La precariedad de medios disponibles y la pérdida de efectivos sin capacidad de reposición, tanto en el INSS (Instituto Nacional de la Seguridad Social), como en la TGSS (Tesorería General de la Seguridad Social) y en el CAISS (Centro de Atención de Información de la Seguridad Social) ha provocado un bloqueo de atención presencial.

La plantilla está envejecida (55 años de media) y mal gestionada. Según los datos, en 2010 había un total de 31.897 empleados públicos en la Seguridad Social, diez años después este número se ha reducido un 20 %.

Tampoco el teletrabajo ha resuelto este problema crónico de la Administración, no sé si por la escasa preparación de los funcionarios para este sistema o por las complejidades burocráticas, muchas veces absurdas e inútiles de la propia Administración.

Los sindicatos dicen que solo en la Seguridad Social hacen falta más de 10.000 funcionarios, porque el sistema ha perdido la capacidad de asumir el volumen de gestión que le demanda la ciudadanía. Y el Gobierno no puede pretender atender con el mismo personal un volumen de trabajo que no cesa de aumentar en prestaciones. ¿Se ha calculado el coste de este enorme colapso? No, pero el costo económico y social será muy alto.


Publicado el 29 de septiembre de 2020 en el Europa Sur