Hasta
ahora el mapa de la corrupción en Algeciras era de carácter local
con los casos de Somixur, Escalinata, Botafuegos, Body-Factory,
Urbanización Golf, etcétera. Pero ya desde esta semana estamos en
la liga de las grandes corrupciones, Gurtel,
Púnica, Barcenas.... tras aparecer el alcalde Sr. Landaluce
por el PP, en el sumario del caso AQUAMED por los colectores de la
Cuesta del Rayo.
De
todos es conocido que el diario El Mundo y otros medios de
comunicación han publicado la filtración de un extracto del sumario
del caso AQUAMED, empresa pública, donde el exdirector de la misma,
Arcadio Mateo, hablaba con su socio, Nicolás Stteegman, de los
desfalcos que estaban realizando al erario público, y así lo
transcribe la Guardia Civil y consta en el sumario. En estas
transcripciones aparece el Alcalde de Algeciras como favorecido en la
obra del colector de la Cuesta del Rayo. Arcadio Mateo dice que hay
que hacer una obra rápidamente en Algeciras, pues es “el único
compromiso que llevaba el alcalde en su programa”, mediante un
concurso con baja temeraria, “un poco falsa”, pero “si todo el
mundo arrima el hombro llegamos”. El alcalde llega a comentarle a
Arcadio Mateo que lo hecho era “medio valido”, y los agentes
recogen, que por este motivo ha tenido “en el Congreso” una
“agarrada con el Ministro de Hacienda”. Así que la corrupción
del PP por el caso AQUAMED ha quedado vinculada a Algeciras desde ya
por esta trama corrupta.
La
corrupción en las instituciones públicas afecta al sistema
democrático porque quienes deben velar por el interés general, no
lo pueden hacer a cualquier precio, ya que al final lo perjudican. El
Ayuntamiento de Algeciras, como cualquier Administración, debe ser
imparcial y estar sometido al imperio de la ley y a su propia
legalidad. Este escándalo de corrupción que ahora salpica a
Algeciras se relaciona con la forma errónea de entender y organizar
la prestación de la función pública. Los ciudadanos no podemos
permitir que nuestro Ayuntamiento sea opaco e ineficiente y menos que
incumpla la legalidad vigente. Así que es un error la creencia de
que hay que ocultar la corrupción para proteger el prestigio de la
institución municipal, cuando lo que prestigia a una institución es
justamente lo contrario.
Pero
quizá lo más importante sea la forma en que se reacciona social y
jurídicamente contra la corrupción, punto en el que existe un
diagnostico europeo de lo más negativo sobre España. Porque en
términos generales, tenemos suficientes leyes en el Código Penal
para castigar a los corruptos, pero no suficientes instrumentos para
evitar que la corrupción llegue a producirse o a instalarse como ha
ocurrido con el caso de AQUAMED en Algeciras. O que tienda a
considerarse inevitable e inclusive a disculparse socialmente al
Alcalde y concejales, que miran hacia otro lado, con el pernicioso
argumento de que lo que se hace ha sido útil para agilizar el
funcionamiento de una maquinaria administrativa lenta y anquilosada.
Hoy gracias al P.P y la corrupción
que le rodea, el nombre de Algeciras tiene un sitio ya en el mapa de
la corrupción nacional. La corrupción esta manchando el nombre de
Algeciras y me pregunto ¿Será necesario hacer otra mesa como
la del Saladillo para mejorar y limpiar la imagen de Algeciras y
tener la transparencia, control y regeneración pública que nuestro
Ayuntamiento necesita?.
Algeciras a 31
de mayo de 2016
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