Cuando
falta información hay que guiarse por el sentido común. Y no resulta razonable
ni de sentido común que en el Campo de Gibraltar haya dos refinerías. Además no
sabemos qué hay de verdad en el anuncio del Ministro de Asuntos Exteriores,
García Margallo. Ahora nos dicen que el Gobierno español habría ofrecido al Gobierno
iraní la posibilidad de instalar o reinstalar una refinería en el Campo de
Gibraltar a cambio de un trato preferente para las empresas españolas que quisieran
instalarse en Irán una vez suavizadas las relaciones europeas con este país.
Anecdótica
la declaración de Margallo diciendo que tenía al Campo de Gibraltar en sus
pensamientos cuando lanzó la información, porque así podía evitar algo que le
preocupaba, la presencia de tantos trabajadores españoles en Gibraltar. Así que al ministro le preocupa
que haya trabajadores españoles al “lado” de casa: Gibraltar. Pero no le
preocupa que los jóvenes españoles se tengan que ir a Australia, que está un
“poquito” más lejos. Qué ministro en funciones más bocazas.
Hasta
ahí llega la información sobre este asunto, por tanto, está abierto a todo tipo
de especulaciones. Tengo claro que la refinería es una industria pesada y, por
tanto, muy contaminante. Y que para crear puestos de trabajo en la Comarca y en
Algeciras prefiero el desarrollo de las energías renovables, el turismo rural y
ecológico y el desarrollo de infraestructura para sacar el máximo partido al
Puerto de Algeciras (según nos dicen tener buenas conexiones supondrían 10.000
puestos más de trabajo).
A
partir de esa noticia especulativa, poco real y sin sentido común, han surgido
los apoyos incondicionales, las comprensiones medidas, las desconfianzas
prudentes o los rechazos totales. Así que todo el mundo se está retratando o
posicionando sobre esta nube de humo o este nuevo engaño del PP sobre las inversiones
en el Campo de Gibraltar. Yo no quiero entrar en este juego, pero me preocupa
que se rían de nosotros diciéndonos mentiras, enseñándonos el hueso del empleo
y creyendo que nuestra salud nos importa un pito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario