miércoles, 8 de diciembre de 2010

Los intereses de Aznar.

En los papeles destapados por Wikileaks del Departamento de Estado norteamericano hay un telegrama de su embajador en Madrid informando de una cena con Aznar donde había pronunciado estas palabras: “Si veo que España está realmente desesperada, quizás tendría que volver a la política nacional”. Cómo lo haría no lo explica el embajador. Lo cierto es que ese  flujo de información revelada por Wikileaks no es banal y ayuda a darle forma a la política exterior de Estados Unidos y a la toma de decisiones de sus responsables políticos. Así que, nada de lo que recogen los documentos filtrados carecen de importancia.
El PP asegura que estas son conversaciones informales sin valor alguno. Opinión que no coincide con la de la mayoría de los ciudadanos, según el sondeo mensual de Metroscopia para El País. Y es que hay que tener en cuenta que en estos momentos Estados Unidos es la única potencia que tiene realmente intereses en todos los rincones del mundo, y que Aznar está cobrando por defender esos intereses. ¿Cómo? A través del Global Adaptación Institute, inaugurado por Aznar esta semana, un supuesto laboratorio de ideas contra el calentamiento global pensado para ecologistas sensatos, una nueva denominación que los negacionistas parecen haberse dado a sí mismo por cuestiones de imagen. Uno de los mecenas del Instituto es un fondo de capital riesgo llamado NPG Energy Capital, que mueve 9.500 millones de dólares en proyectos de gas y crudo. Sino es bastante hay que recordar los ingresos que le reporta la New Corporation de Murdoch, en cuyo accionariado destacan varios magnates texanos del petróleo. Y hay más, los ingresos que obtiene como conferenciante de la Heritage Foundation o del American Entreprise Institute, que son instituciones regadas con dineros de la Exxon Mobil.
En España, para evitar que los expresidentes del gobierno pudieran llegar a pasar apuros económicos o, peor aún, que se convirtieran en lobistas o asalariados al servicio de los intereses de otros países, se decidió otorgarles a todos ellos la condición de miembros natos del Consejo de Estado, puesto bien remunerado y para toda la vida. Suarez y González declinaron la oferta, pero Aznar trato de simultanearla con el de consejero de Murdoch hasta que el Consejo le abrió un expediente de incompatibilidad y tuvo que dimitir. No me extrañaría nada que cuando visitaba al presidente Bush se estuviera procurando su futuro. Pues ahora lo vemos trabajando para grandes Corporaciones norteamericanas. Y eso según mi saber y entender se parece mucho a la corrupción.
Este es el personaje que puede venir a salvarnos, si estuviéramos desesperados, y que cobra por lo que le dicen que diga, vamos un “mandao” con el que sus jefes están muy contentos. ¡Qué miedo me da!
María José Jiménez Izquierdo

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