viernes, 2 de diciembre de 2011

Olvido o memoria.

La propuesta de la comisión de expertos designada por el Gobierno de Zapatero para redefinir el futuro del Valle de los Caídos ha abierto una gran polémica. Esta polémica sobre la exhumación y el traslado de los restos de Franco, si la Iglesia lo permite, me ha hecho recordar una entrevista de hace unos días en la radio al ministro de Justicia, Francisco Caamaño. Contaba una anécdota de su experiencia como docente. Al parecer durante una de sus clases en la universidad al hablar de “los tiempos de Franco”, un alumno le preguntó quién era, pues nunca había oído hablar de él. El ministro quiso aprovechar el momento para hacer un silogismo con la desaparición de  ETA, deducía que dentro de 30 años nadie se acordaría de la banda terrorista. Esa buena intención del ministro porta en su interior un peligroso germen. Aunque por fin nuestro país se halle en disposición de pasar página en materia de terrorismo etarra y los traumas de la dictadura estén superados, superar no es olvidar, porque las memorias en blanco son el mayor obstáculo para aprender de los errores. Que un estudiante llegue a la universidad sin el más remoto conocimiento del dictador, que tras una guerra civil sembró de terror y odio nuestro país durante casi cuarenta años, es cuando menos escandaloso y un gran fallo de nuestro sistema educativo. La comisión nos recuerda que el dictador no fue uno de los caídos en la Guerra Civil y que su sola presencia dificulta el propósito de reconvertir el complejo en un memorial para todas las victimas allí enterradas, muchas de ellas republicanas. Además, no creo que el PP y la Iglesia asuman la recomendación de la comisión de retirar los restos de Franco de la basílica. Y que ocurrirá con la propuesta de la comisión de crear un “espacio destinado a la meditación de carácter cívico” o la constitución de “un centro de interpretación” para explicar el origen de este monumento y la historia que encierra. Y sobre todo, quién contará esa historia y qué historia se contará.
María José Jiménez Izquierdo y Ángel Luis Jiménez Rodriguez

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