jueves, 19 de abril de 2012

Hasta cuándo...

Tras reunirse ayer la ministra de Sanidad, Ana Mato, con los consejeros y las consejeras autonómicas, la única media concreta y novedosa presentada para el ahorro del gasto farmacéutico fue gravar el consumo de medicina de los jubilados en un 10%, ya que más del 70% de este gasto público proviene de este colectivo. Pero eso sí, la ministra con la misma caradura que el ministro de educación anteriormente, nos dice que con estas medidas “no se producen recortes, sino una reordenación de recursos”. Esta desvergüenza de los ministros al hablar de los recortes se ha convertido en una manera mentirosa de gobernar. Porque esta medida radicalmente injusta deteriora la equidad del sistema sanitario y no responde a la progresividad que rige los principios rectores de la política social y económica y que debe asegurar el Gobierno de acuerdo con la Constitución Española. Los ahorros que se produzcan serán a costa de los enfermos y no de todos los contribuyentes en proporción a su renta. Por lo tanto, el peso de este ajuste de 7.000 millones, poco fiable y sin base documental -se hizo verbalmente por la ministra-, recaerá injusta y fundamentalmente en asalariados y pensionistas. El Gobierno de Rajoy una vez más entre lo malo y lo peor ha elegido como siempre lo peor. Sin embargo, no acaba aquí la cosa, pues Rajoy desde Bogotá aseguró ayer que tiene reformas previstas hasta el verano. Y digo yo, qué culpa tenemos los españoles de la mala gestión que hace este Gobierno de la crisis. Pero qué manía y falta de respeto a toda la ciudadanía española anunciando sus medidas de política económica siempre fuera de España. Para qué está nuestro Parlamento. Aunque Rajoy sigue diciendo desde el exterior que las reformas continúan. Hoy han anunciado el recorte en el gasto de la enseñanza pública universitaria, precisamente en este momento delicado cuando nos estamos adaptando al espacio europeo de educación universitaria. Ahora, la selección universitaria se quiere hacer con criterios economicistas y no de igualdad, mérito y capacidad. Menos mal, que por fin está acabando la semana de los diez mil millones. Semana terrible por el tremendo castigo al que nos someten a asalariados y pensionistas, enfermos y jubilados, alumnos y educadores para recortar dicho importe, como si fuéramos marionetas en manos de este Gobierno y sin tener culpa de nada de lo que está ocurriendo. Hasta cuándo los efectos del miedo van a paralizar a la ciudadanía. Cuándo vamos a reaccionar de una vez asumiendo el protagonismo que nos corresponde y exigiendo a los políticos que nos saquen de esta situación angustiosa que sufrimos día tras día. Hasta cuándo…
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

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