lunes, 23 de abril de 2012

Una semana negra.

Esta ha sido una semana negra para España debido a la errónea política económica que está aplicando el Gobierno de Rajoy.  Este gobierno no distingue entre lo urgente y lo importante o lo peligroso y lo difícil, siendo lo urgente eludir la recesión que ya tenemos encima y lo peligroso la obsesión por aplicar a los españoles la pedagogía de “la letra con sangre entra” a golpe de Boletín Oficial del Estado. Esa obstinación no contribuirá a cambiar la “austeridad recesiva” de nuestros presupuesto para el 2012. Sin embargo, según los especialistas lo que hace falta es una combinación de estímulo al crecimiento y saneamiento financiero que permita generar empleo. Porque está claro que los problemas que crea la austeridad son mayores que los que resuelve, como ocurre con las decisiones que de forma caprichosa está tomando el Gobierno en el recorte de los gastos sociales. Los destrozos en los sistemas educativos y sanitarios públicos ya superan la línea roja, y los daños pueden ser de tal magnitud que difícilmente recuperaremos ambos sistemas cuando las cosas mejoren. Eso hace de la austeridad a machamartillo una solución equivocada, poco eficaz y sin sentido que agudiza la recesión y hace difícil cumplir los presupuestos. Así que cuanto más aprieta Rajoy, más crece la desconfianza. Y esta semana negra lo hemos comprobado en lo económico, lo social y lo político. En consecuencia queda claro que lo necesario es el crecimiento porque sin crecimiento no hay vida ni futuro para nuestro país. Y serán las decisiones políticas pactadas o consensuadas las que permitirán superar esta situación tan angustiosa que sufrimos todos los españoles. Es la hora de hacer política, pero política con mayúscula. Será capaz de hacerla el PP. Lo dudo.
María José y Ángel Luis Jiménez

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