El Gobierno ha recogido la
propuesta de la CEOE y ha reducido de 41 a 5 los modelos de contrato según
informó ayer en su comparecencia en el Congreso la ministra de Empleo, Fátima
Báñez. Los tipos de contrato
serán contrato indefinido, contrato temporal, contrato de relevo, contrato de
prácticas y contrato de formación y aprendizaje. Mejor sería recoger los que
aparecen hoy en la viñeta de Ricardo en Europa Sur, “contratos milagrosos,
contratos miserables, contratos inexistentes, contratos por enchufe y contratos
pendientes de la próxima reforma”.
Y
es que lo de la ministra es de juzgado de guardia cuando dice que la existencia
de un elevado número de formularios de contratación supone una “barrera” a la
hora de contratar. Y además, asegura que la medida facilitará e incentivara la
contratación estable. Pero a quién quiere engañar. El presidente de la
patronal, Juan Rosell, decía hace unos días que esos cuatro o cinco modelos de
contratos son los que las empresas utilizan realmente. Vamos que todo va a
seguir igual pero con una reducción o simplificación de impresos. La ministra ha
pensado o dicho en su conocido estilo mentiroso: cambiemos algo para que todo
siga igual.
Esta
era una reivindicación de la patronal CEOE que no había sido acogida por el
Gobierno en la reforma laboral. Y como al parecer no estaban totalmente
satisfechos había que hacerles un nuevo regalo para contentarles. No hay que contrariar
a la patronal, dice el Gobierno. Sin embargo, lo más curioso es que la
contratación laboral estaba y está perfectamente regulada en nuestro país, lo
único que hace falta es que el ministerio controle la utilización indebida,
fraudulenta y con abuso de los contratos existentes. Habrá que recordarle una y
cien veces a este Gobierno que se le olvida su misión más urgente e importante,
la creación de empleo.
Pero de las muchas mentiras que dijo ayer
la ministra, no sé si ministra de Empleo o de Paro, la más gorda fue decir que
gracias a la reforma laboral y a la moderación salarial se había frenado el
paro y reducido la segmentación existente entre contratos temporales y fijos,
cuando la realidad es todo lo contrario, hay 600.000 desempleados más y 800.000
ocupados menos, se ha reducido el gasto en políticas activas de empleo en 3.600
millones y un 7% en los salarios debido al descuelgue de los convenios. Lo que
dice la ministra y lo que viven los ciudadanos son realidades paralelas o
diferentes, porque lo único que ha hecho la reforma laboral es precarizar el
empleo, reducir salarios y aumentar el paro, que ya alcanza este año el 26’2%
de la población activa frente al 22’11% del año 2011 cuando el PP llegó al
Gobierno. Parece como si este Gobierno con Rajoy a la cabeza hubiera decidido que
la mejor forma de de corregir el desempleo fuera intensificar más el
sufrimiento de los desempleados.
Ángel Luis Jiménez Rodríguez
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