jueves, 21 de octubre de 2010

El dedo de Aznar

Mientras tratamos de salir de esta tremenda crisis, Rajoy no considera que deba aportar una sola idea, firmar un solo pacto o ayudar una sola vez al Gobierno de la Nación. Vamos que no está dispuesto a colaborar, ni a compartir los esfuerzos necesarios para abrirle camino a los afectados por la crisis. En las reuniones internas de la cúpula del PP, según la prensa del pasado domingo, se hacen comentarios irónicos, como este: “Es increíble, cuanto menos hacemos, cuanto menos salimos, cuanto menos nos movemos, mejor nos van las encuestas”. Y, además, Rajoy actúa como espectador no comprometido ante los escándalos de corrupción de su partido, porque le dicen  sus asesores que eso no quita votos. Este hombre quiere llegar a presidente del Gobierno sin hacer mérito alguno o este está en su paciencia infinita para esperar a que Zapatero le entregue el poder por desgaste, cansancio o aburrimiento. ¡Qué vergüenza confiar en que la economía vaya mal para ganar elecciones! Pero que no se confié porque las encuestas que hoy le dan una ventaja de hasta 14 puntos, pueden cambiar. En el mundo taurino se dice: “Que hasta el rabo, todo es toro”. Y las encuestas, a estas alturas de la legislatura, son engañosas y su verdadero valor no lo conoceremos hasta acercarse más las elecciones generales del 2012. Los profesionales de los sondeos dicen que las encuestas son la foto fija de un momento, y en política año y medio es mucho tiempo, así que Rajoy todavía puede volver a perder las elecciones y con él, el dedo de Aznar que lo designó como heredero y candidato.
Angel Luis Jiménez Rodriguez

No hay comentarios:

Publicar un comentario