Una elección
primaria es una elección donde los votantes seleccionan al candidato que un
partido presentará a un proceso electoral ya sea en el ámbito local, autonómico
o nacional. La nominación de los candidatos por lo general corresponde a los
aparatos de los partidos. Sin embargo, las primarias son un buen sistema para
definir candidatos e ilusionar y comprometer al electorado, pero sobre todo,
recuperar la confianza de los ciudadanos en la política.
Pues bien, en
Andalucía durante estos días con los candidatos socialistas a las próximas elecciones
autonómicas, esta oportunidad se han visto frustrada por el aparato del partido, que ya tenía seleccionada a su candidata para la presidencia de la Junta de
Andalucía antes de empezar el proceso llamado de primarias.
Lo que se presentaba
como un proceso histórico -era la primera vez que se convocaban primarias en
Andalucía- sólo arroja frustración en la militancia y desazón en la ciudadanía.
De hecho, en otros países-primarias a la francesa- estos procesos se abren no
solo a la militancia sino a todos los ciudadanos, lo que ilusiona y compromete
al electorado.
Sin embargo,
no tiene ningún sentido convocar unas primarias y luego poner dificultades a
cualquier candidato que no sea del aparato o de la dirección del partido. Para empezar,
se ha exigido casi siete mil avales para
ser candidato, dando menos de un mes para conseguirlos y sin facilitar los
censos de afiliados, una misión imposible. La dirección dice que es lo
estatutario y legitimo y que el sistema lo avala, pero es contrario a unas
elecciones internas de verdad y democráticas.
Tampoco entiendo
que no se admita la presentación de avales vía internet, cuando el reglamento
no lo prohíbe expresamente. De hecho el alcalde de Jun (Granada), José Antonio
Rodríguez, pudo usar esta vía para inscribirse en el proceso de primarias. Este es un método utilizado comúnmente
e incluso aconsejado por la propia Administración autonómica. No admitirlo
revela la clara intención de la dirección de disuadir a los precandidatos. Espero
que los órganos competentes del partido decidan algún día considerarlo.
A la vista del
resultado de este proceso no creo que nadie lo pueda llamar elecciones primarias,
aunque la dirección socialista insista en que una cosa no quita la otra. Dicen que las primarias se han celebrado, porque
consideran que comienzan con la recogida de avales y terminan, rápida o lentamente,
en función de que haya uno o más aspirantes. ¿Se lo creen realmente o solo lo
hicieron para guardar las formas en la designación de su candidata
preestablecida Susana Díaz?
María José y Ángel Luis Jiménez
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