jueves, 3 de julio de 2014

La reforma fiscal, un nuevo error de Rajoy.

El pasado 20 de junio el ministro de Hacienda presentó el anteproyecto de reforma del Sistema Tributario con el que Mariano Rajoy pretende recuperar el voto perdido por el partido en las pasadas elecciones europeas.  El PP ha dado por terminado el periodo legislativo y ha iniciado  una larga campaña electoral para intentar recuperar a sus votantes en las elecciones autonómicas de Mayo. La medida estrella para ese inicio de campaña es la rebaja del IRPF, que formará parte del discurso del PP y será su idea más repetida a partir de ahora. Nos dirán que la bajada del impuesto por abajo será mayor que la de arriba. Sin embargo, a las rentas más altas se les bajarán siete puntos, los mismos que se le subieron en 2012. Los cambios fundamentales en el IRPF serán la reducción de tramos de los siete actuales a cinco, la reducción de los tipos en todos los escalones de la tarifa, la disminución del tipo  máximo  desde el 52% actual hasta el 45% en dos años y la caída del mínimo del 24% al 19%. Decía Quevedo que “nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir”.

Para no llevarnos después sorpresas hay que conocer bien las propuestas y ofertas anunciadas por el Gobierno de Rajoy para este último año, porque es tradicional en su gobierno acabar escondiendo la letra pequeña de sus reformas, ya sean fiscales o de otro tipo. Ya que solo aparecen días después cuando el ejecutivo ha acaparado todos los titulares en la prensa. La rebaja de impuestos anunciada por el Ministro Montoro no es una excepción. Y habrá que analizar, desmentir y aclarar para general conocimiento, lo que el Ministro no contó.

No es verdad que los impuestos bajan para todos, para algunos subirán eliminando deducciones que -casualmente- son las más progresivas de las muchas que hay. Apenas se tocan las que favorecen a los más ricos: especialmente la deducción por planes de pensiones privados -que solo se reduce de 10.000 a 8.000 euros- y las de compra de vivienda. Se recortaran dos: la de los jóvenes que viven de alquiler y las de los despedidos. Los primeros solo podrán deducirse de sus impuestos la mitad de lo que hasta ahora se descontaban, mientras que los segundos tendrán que pagar impuestos por la indemnización por despido. No es un cambio menor, pues hasta el viernes 20 de junio, la indemnización por despido no tributaba.

El cambio de tramos de siete a cinco apenas se notará en los salarios medios. Para muchos trabajadores españoles la rebaja en el IRPF apenas se notará. Hasta ahora quienes hoy ganan entre 20.200 y 33.007 euros cotizan a un tramo máximo del 30% en el IRPF. El año que viene, con los nuevos tramos, será el 31% y en el siguiente al 32%. ¿Significa esto que pagarán más? No exactamente, porque la rebaja en los tramos más bajos también les beneficia en su tipo efectivo, por lo que en el cómputo final puede que acaben pagando menos. Sin embargo, la reforma es tan deliberadamente compleja que resulta difícil asegurar cuál es la verdad, porque es precisamente en este tramo donde la rebaja fiscal será menos generosa. En realidad, la reducción de tramos sólo es una excusa para reducir la progresividad.

No tiene color la diferencia de porcentaje entre las rentas más bajas y las rentas más altas. Según los datos publicados hasta ahora, un trabajador con un salario bruto de 15.600 euros, se ahorrará 394 euros en la declaración del  IPRF de 2016. Para alguien que gane 90.000 euros, la rebaja será de 2.446 euros. Y para una nómina de 300.000 euros anuales, el regalo de Montoro será de 11.649 euros anuales. Las diferencias no pueden estar más claras, sin embargo dicen que “se le bajan los impuestos a los que menos tienen y se reduce la factura final a los que menos ganan”. Es más, a su juicio, se trata de algo”incontestable y que beneficia de manera clara a las rentas medias y más bajas, dando equilibrio y equidad al sistema”. Que mentira.

Una tomadura de pelo para los autónomos, aunque sean un granero de votos para Rajoy. Prometiendo rebajas fiscales, especialmente a los autónomos, Rajoy llegó al poder. Sin embargo, les subieron la retención del 15% al 21%. Entonces aseguraron que en realidad solo sería así hasta el 31 de diciembre de 2013, y que para entonces bajaría al 19%. Fue otra promesa falsa -ya estamos en 2014 y el 21% sigue en vigor-, pero ahora venden como gran novedad que para enero de 2015, un año más tarde, la retención será del 19%. Si es verdad, todavía seguirán siendo cuatro puntos más que cuando Rajoy llegó al gobierno.

De las rentas de capital ni hablo, pues es más de lo mismo. El Impuesto de Sociedades parece que tiene algunas novedades, aunque la gran depuración del impuesto se ha quedado solo en tipos más bajos y en la transmutación de unas deducciones por otras similares (cambian solo los nombres). El resultado final es una reducción del impuesto, que celebrarán las empresas. Y la excusa será, probablemente, la creación de empleo. Pero realmente si la demanda no es suficiente, ninguna empresa contratará personal. Por ello, y lo más probable, estas rebajas fiscales irán directamente a los beneficios empresariales y, por extensión, a los bolsillos de los propietarios de las empresas.

Finalizo afirmando que con la reforma de Rajoy, una vez más, ganan los de siempre. Y como dice Ignacio Zubiri, Catedrático de Hacienda de la Universidad del País Vasco y uno de los mayores expertos españoles en fiscalidad, esta es “una reforma fiscal ineficiente e injusta, que ni mejora la eficiencia ni la equidad, ni estimula el crecimiento, ni favorece la coerción del déficit”. Beneficia a las rentas medias altas y altas en detrimento de las clases medias bajas y bajas, que ahorrarán unos pocos euros pero perdiendo mucho más con los recortes del Estado del bienestar. Con esta reforma los recortes en Sanidad, Educación y Ayudas Sociales serán inevitables y las protestas también. Rajoy se vuelve a equivocar, y podría decir como el personaje del novelista británico Jonathan Coe, “Si, he aprendido de mis errores, pero estoy seguro de que podría repetirlos de nuevo perfectamente”.

Ángel Luis Jiménez Rodríguez

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