martes, 18 de octubre de 2011

Unidos por un cambio global.

El expresidente del Gobierno, José María Aznar, en una entrevista del diario Universo de Ecuador, tildó a los indignados de “movimiento marginal de extrema izquierda, cuya representatividad no es importante en la vida del español”. ¡Qué Dios le conserve la vista, porque la inteligencia la tiene perdida! No sé si el movimiento 15-M tiene mucha o poca representatividad, pero es capaz de influir para que los ciudadanos abandonen su pasividad y reclamen un cambio profundo del sistema. El 15M despierta las conciencias de medio mundo. Su eco y manifestaciones sonaron y marcharon el sábado 15 de octubre en 951 ciudades y 82 países (datos de 15october.net).  No creo estar ante una revolución social, pero si ante un proceso de cambio, que se agradece en periodos de incertidumbre como los actuales. Después de la globalización de la jornada del 15 de octubre, nadie puede dar por muerto al movimiento 15-M. Han hecho historia al superar con creces la asistencia a las manifestaciones del 19-J, que fueron más concurridas que las del 15-M. Este movimiento, indignado por el poder de las finanzas y la precariedad vinculada a la crisis, ha calado de una manera prodigiosa y hermosa en la sociedad global, pero no sólo ocupando las plazas de las ciudades de medio mundo, sino ocupando también el cerebro y la mente de millones de ciudadanos. Y es que la memoria social es uno de los recursos más valiosos para no fracasar.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

No hay comentarios:

Publicar un comentario