En El País del pasado domingo 10 de febrero, en su
página de Opinión, se preguntaban: ¿Cómo reconstruir el futuro en
España? Y como respuesta proponían un decálogo de tareas para
defender la democracia y el progreso económico ya que las instituciones no son
capaces de afrontar con eficacia la grave crisis política. Un decálogo de
tareas que pueden y deben ayudar a rescatar el sistema emanado de la Transición
política de las amenazas que se ciernen sobre él. Naturalmente esas propuestas
eran discutibles y eso me propongo hacer, abrir con esta reflexión un debate
con respeto y sin insultos sobre cada una de ellas. Hoy tocaría hablar de la
reforma federal.
Dice El País “El Estado de las autonomías debe reconvertirse en un
modelo típicamente federal, que establezca una lista cerrada y concreta de las
competencias y atribuciones del Gobierno central y permita a los Estados
federados desarrollar sus propias capacidades de autogobierno sin interferencia
alguna, sobre la base de los principios de corresponsabilidad y eficacia. La
reforma pasa por revisar el sistema de financiación autonómico, el reparto de
transferencias y el déficit de responsabilidad fiscal de los Gobiernos autónomos.
Muchos técnicos constitucionalistas consideran que esta transformación, que
permitiría un nuevo encaje de los nacionalismos, no es difícil si existe
verdadera voluntad política para emprenderla”.
Los constitucionalistas de 1978 tuvieron muy claro
que la Constitución tenía que dar solución a las históricas tensiones sociales
territoriales existentes desde siempre en nuestro país. Para ello no diseñaron
un modelo cerrado, sino abierto. Ahora, 35 años después, creo que los españoles
tenemos el bagaje democrático necesario para poder diseñar mejor la España que
queremos llegar a ser. Y el procedimiento, también lo dejaron establecido en el
titulo X, que trata de la reforma constitucional. Es bueno saber y conocer que
en nuestra Carta Magna no hay cláusulas de intangibilidad, ni nada que sea
inamovible. Pero eso sí, para reformarla hace falta un amplio consenso
político.
Está claro que se necesita mucha pedagogía, mucha
información, mucho debate público, mucha terapia colectiva y por supuesto, como
he dicho antes, un amplio consenso político. Los socialistas piensan que es el
momento de iniciar una reflexión y de hablar de la posibilidad de transformar
la España actual en un Estado Federal. Y que hay que abrir este melón y
discutir ampliamente de esta cuestión en conferencias políticas abiertas a
militantes y simpatizantes. Me parece bien, porque debemos aprovechar esta
crisis para refundar nuestra democracia y las reglas con las que queremos los
españoles convivir en igualdad y libertad. Algunos me dirán que el empleo es
hoy la gran preocupación de los españoles y no la cuestión territorial, pero
sin dejar de luchar por el primero, no hay que olvidarse del segundo. Porque en
este país es también muy necesario hacer un gran debate general, sobre quiénes
somos y a dónde queremos llegar.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez
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