domingo, 24 de febrero de 2013

Un Estado Federal.


En El País del pasado domingo 10 de febrero, en su página de Opinión,  se preguntaban: ¿Cómo reconstruir el futuro en España?  Y como respuesta proponían un decálogo de tareas para defender la democracia y el progreso económico ya que las instituciones no son capaces de afrontar con eficacia la grave crisis política. Un decálogo de tareas que pueden y deben ayudar a rescatar el sistema emanado de la Transición política de las amenazas que se ciernen sobre él. Naturalmente esas propuestas eran discutibles y eso me propongo hacer, abrir con esta reflexión un debate con respeto y sin insultos sobre cada una de ellas. Hoy tocaría hablar de la reforma federal.
Dice El País “El Estado de las autonomías debe reconvertirse en un modelo típicamente federal, que establezca una lista cerrada y concreta de las competencias y atribuciones del Gobierno central y permita a los Estados federados desarrollar sus propias capacidades de autogobierno sin interferencia alguna, sobre la base de los principios de corresponsabilidad y eficacia. La reforma pasa por revisar el sistema de financiación autonómico, el reparto de transferencias y el déficit de responsabilidad fiscal de los Gobiernos autónomos. Muchos técnicos constitucionalistas consideran que esta transformación, que permitiría un nuevo encaje de los nacionalismos, no es difícil si existe verdadera voluntad política para emprenderla”.
Los constitucionalistas de 1978 tuvieron muy claro que la Constitución tenía que dar solución a las históricas tensiones sociales territoriales existentes desde siempre en nuestro país. Para ello no diseñaron un modelo cerrado, sino abierto. Ahora, 35 años después, creo que los españoles tenemos el bagaje democrático necesario para poder diseñar mejor la España que queremos llegar a ser. Y el procedimiento, también lo dejaron establecido en el titulo X, que trata de la reforma constitucional. Es bueno saber y conocer que en nuestra Carta Magna no hay cláusulas de intangibilidad, ni nada que sea inamovible. Pero eso sí, para reformarla hace falta un amplio consenso político.
Está claro que se necesita mucha pedagogía, mucha información, mucho debate público, mucha terapia colectiva y por supuesto, como he dicho antes, un amplio consenso político. Los socialistas piensan que es el momento de iniciar una reflexión y de hablar de la posibilidad de transformar la España actual en un Estado Federal. Y que hay que abrir este melón y discutir ampliamente de esta cuestión en conferencias políticas abiertas a militantes y simpatizantes. Me parece bien, porque debemos aprovechar esta crisis para refundar nuestra democracia y las reglas con las que queremos los españoles convivir en igualdad y libertad. Algunos me dirán que el empleo es hoy la gran preocupación de los españoles y no la cuestión territorial, pero sin dejar de luchar por el primero, no hay que olvidarse del segundo. Porque en este país es también muy necesario hacer un gran debate general, sobre quiénes somos y a dónde queremos llegar.  

Ángel Luis Jiménez Rodriguez

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