jueves, 10 de febrero de 2011

El principal problema del país.

Hoy, se ha publicado la encuesta del CIS del mes de Enero donde los españoles siguen viendo el paro (82,4% de los encuestados) como el principal problema del país. La fría estadística del desempleo, con una tasa del 20% y un paro juvenil del 40%, ocultan un inmenso panorama de sufrimientos y sueños rotos. El problema estriba en que los números nos dicen que el sufrimiento va a continuar hasta donde alcanza la vista. Por eso, cuando escucho a los políticos de la oposición o a numerosos medios de comunicación repetir el mantra: “La culpa la tiene el gobierno de Zapatero”, creo necesario analizar de forma profunda y rigurosa los factores que desencadenaron nuestra crisis para saber si la culpa de todo la tiene el Gobierno socialista. Varios son los factores y muchas las conclusiones a las que llegan los estudiosos de la economía. Primero, la Ley del Suelo del Gobierno de Aznar de 1998 convirtió a España en un solar en potencia, todo él edificable, excepto donde estaba prohibido. Segundo, la creación y explosión de la burbuja inmobiliaria -derivada de lo anterior- hundió el sector de la construcción residencial, se construyeron en diez años las viviendas de treinta. Tercero, los Bancos y, sobre todo, las Cajas de Ahorro facilitaron dicha burbuja al financiar de forma irresponsable demasiados proyectos inmobiliarios especulativos, gracias a los bajos tipos de interés existente en ese momento y a la posterior adopción del euro (en 2001), causa de que el dinero negro aflorara y se blanqueara en el sector inmobiliario. Cuarto, la formación de la burbuja fue producto de una historia inventada cuyo lema caló mucho entre la gente: “La vivienda es la mejor inversión, porque los precios nunca caerán”. Quinto, desde 1995 al 2007, la segmentación del mercado de trabajo entre contratos temporales e indefinidos creó mucho empleo precario de baja productividad, que fue destruido durante la crisis y posterior recesión provocada por la explosión de la burbuja inmobiliaria. Sexto, con una caída del PIB similar en España y Francia, el empleo se desplomó el doble en España, demostrando, una vez más, que las empresas son proclives a realizar contratos temporales porque no tiene ningún interés en retener a sus trabajadores. Séptimo, todos estos factores internos, la mayoría fuera de la responsabilidad del Gobierno, han tenido un papel mucho mayor sobre la crisis que las perturbaciones externas, que también han sido muchas. En suma, la crisis financiera internacional llegó a España tras el desplome del ladrillo, que es el verdadero causante de nuestros males actuales y, sobre todo, del paro. Así que hasta que la construcción deje de caer y el ahorro deje de aumentar no tendremos recuperación económica y empleo. Y eso parece que ya está empezando a suceder con este Gobierno de Zapatero.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

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