jueves, 22 de septiembre de 2011

Abrir la democracia: Yo avalo.

En enero de este año, los partidos mayoritarios PSOE y PP pactaron una reforma de la Ley Electoral. Ahora, los partidos, federaciones o coaliciones, que carecen de representación parlamentaria, necesitan la firma de al menos el 0,1% de los electores inscritos en el censo de cada circunscripción para poder presentarse en la siguiente convocatoria electoral. Si quieren concurrir en todo el territorio nacional necesitan 35.000 avales. Ambos partidos justificaban dicha reforma señalando que con la ley anterior se presentaban grupos o individuos que no aportaban nada al proceso electoral, porque eran elementos coloristas o folclóricos y/o defendían intereses espurios o ilegítimos. Si sólo elimináramos de la contienda electoral a estos grupos corruptos e indeseables (el G.I.L. o la Unión Cordobesa del Sandokan), podría entenderlo. Pero la realidad es que con esta reforma sacan del juego político, no sólo a partidos extra-parlamentarios, sino también a otros que fueron parlamentarios, aunque minoritarios, como el Partido Andalucista. Partido que llegó a tener siete diputados en la legislatura de 1979/1982 y cuya presencia, como la de otros, es necesaria para garantizar el máximo pluralismo político. Estos partidos con su representación concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumentos fundamentales para la participación política… (Artículo 6, de la C.E.) La Junta Electoral se ha manifestado ya sobre este asunto, ha dado veinte días a partir de la convocatoria de las elecciones generales, el 27 de septiembre, para que los grupos extraparlamentarios recaben los avales necesarios. Estos avales habrán de confirmarse rellenando un impreso o mediante DNI electrónico, sin necesidad de pasar por el notario. Y sólo se puede avalar una candidatura por persona. Pero, por qué un solo aval por persona, sino se trata del voto y con ello se dificulta el derecho de los ciudadanos a participar en los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes, libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal  (artículo 23, de la C.E.). Pero, por qué no podemos avalar a más de un partido,  si nuestro deseo como demócratas es que se pueda presentar todo el que quiera y pueda. Que oportunidad perdida de los partidos parlamentarios para hacer un cambio auténtico de la legislación electoral acorde con la demanda de la ciudadanía. Y ahora, qué podemos hacer si queremos cambiar las cosas y tener el máximo posible de pluralismo político. Pues, aconsejo entrar en http://yoavalo.org y avalar a los partidos minoritarios o extraparlamentarios que se presenten por tu provincia. ¡Ojo que no es votar! Es abrir más nuestra democracia  
María José Jiménez Izquierdo y Ángel Luis Jiménez Rodriguez

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