viernes, 23 de septiembre de 2011

No habrá referéndum.

No habrá referéndum. La última reforma constitucional, que sacraliza el límite del déficit en la norma fundamental, no será avalada por todos los españoles. La disciplina del voto de los grandes partidos PSOE, PP y CIU la hace fracasar. Las 150.00 firmas de ciudadanos recogidas en la página web #yoquierovotar, no importan. Las firmas de diputados y senadores para respaldar la consulta se presentaron ayer jueves en el Congreso, faltaba el PNV que hoy las cumplimentará. El plazo para forzar la celebración de un referéndum acababa el 22 de septiembre, 15 días después de ser sancionada la reforma el 7 de septiembre por el Senado. Sólo 18 diputados de los 35 necesarios firmaron, también hubieran bastado 26 senadores para forzar la consulta, pero sólo la suscribieron 11. No había 35 diputados o 26 senadores valientes, entre los 350 y los 260 parlamentarios, que permitieran decidir a los ciudadanos en referéndum esa impresentable reforma constitucional. Reforma basada en una tesis neoliberal que antepone los bancos a las personas y el pago de la deuda a las políticas sociales o a derechos básicos como sanidad y educación. Los parlamentarios de esta legislatura acabada habrán hecho mucho parlamentarismo, pero poca democracia participativa. Porque esta reforma exprés de la Constitución, aprobada por mayoría pero a espalda de los ciudadanos, era innecesaria, inconveniente e inútil. Qué pérdida de soberanía para nada. Así nos va.
María José Jiménez Izquierdo

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