miércoles, 17 de noviembre de 2010

La guerra de las divisas y el desequilibrio mundial

El asunto de las divisas fue eje central de la cumbre del G-20 en Seúl y algunos países, que hace unos años no se hubieran atrevido a toserle a China y a Estados Unidos, presionaron -la unión hace la  fuerza- tratando de convencer a China para que aprecie su moneda y exporte menos y a Estados Unidos para que deje de darle a la manivela de hacer billetes para depreciar la suya y exportar más. No se puede permitir el crecimiento económico de los países ricos o grandes a costa de los países pequeños o emergentes. Ni depender sólo de los consumidores estadounidenses y de las exportaciones chinas para guiar el crecimiento mundial. Lo que toca ahora es poner fin a la guerra de las divisas, que se puede generalizar, si queremos mejorar la economía de todos y no mantener los desequilibrios actuales que son insostenibles. Pero los líderes mundiales del G-20 lo han dejado para debatir a finales del 2011. Este desequilibrio perverso debe esperar, dicen los líderes de los países ricos. ¿Por qué?   
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

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