miércoles, 24 de noviembre de 2010

La muerte digna.

Se ha abierto un debate al tramitar el proyecto de “Ley de cuidados paliativos y muerte digna” en el Congreso de los diputados. Este texto legal pretende asegurar dos derechos esenciales: el morir sin dolor y el cese de lo que se ha llamado ensañamiento terapéutico. Hay quien piensa que resulta escaso, pero se trata de un texto que garantiza al paciente un tránsito sin el menor dolor y el no sometimiento a mecanismos de prolongación artificial de la vida, lo que no es poco. Andalucía ya tiene aprobada una ley de estas características con amplio consenso social. Tal como se ha comprobado en el caso andaluz, la ley de muerte digna no incluye ni la eutanasia ni el suicio asistido, que están prohibidos en España. La Iglesia tiene dudas. Y yo medito y me surgen preguntas esenciales como: ¿El hombre tiene que morir con dolor? ¿Se debe prolongar la vida artificialmente? ¿Quién decide sobre la muerte el cura, el médico o el enfermo y su familia? ¿De quién es la vida de Dios o del hombre? ¿A quién pertenece? Cada uno debe responderlas por sí mismo.
Ángel Luis Jiménez Rodríguez

1 comentario:

  1. Bastante curioso, hablas de bastantes cosas, de la futura ley, de una ley que traerá consigo un debate, de posiciones ante la ley... Yo por mi parte todavía no me inclino ante ninguna opinión, pues no estoy demasiado enterado de la ley. Pero eso si, no me gusta el nombre que se le quiere dar a la normativa "muerte digna" mmm... no acaba de encajar conmigo, no creo que la muerte sea digna de mencionar.
    Por otro lado, la Iglesia no se opone a que no se den medicamentos o cuidados para prolongar la vida de una persona, se opone a la eutanasia y al suicidio asistido.

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