lunes, 3 de enero de 2011

El Gran Diseño.

El universo, que Stephen Hawking y Leonard Mlodinow dibujan en su último libro: “El Gran Diseño”, es un cosmos con 11 dimensiones que no necesita de un Dios creador. El corazón de este nuevo libro es la teoría “M”, que intenta describir el origen del universo dejando a Dios fuera de la ecuación. El padre de esta teoría Edward Witten explicó en 1995 que “La M puede ser misterio, magia o matriz, según los gustos”. Otros expertos señalan que significa “madre” porque es el origen de todas las teorías. En el libro se asegura que según la teoría “M”, nuestro universo no es el único que existe. Predice, al contrario, que muchos universos fueron creados de la nada. El único inconveniente es que la teoría “M” aún no está formulada y es posible que nadie consiga hacerlo, pero es la única candidata posible.
Los autores del libro dicen que  el universo surgió a partir de componentes que aparecieron de forma espontánea por la acción de la gravedad. “La generación espontánea es la razón por la que hay algo en vez de nada, el porqué del universo y de nuestra existencia”, dicen. “No es necesario un Dios que encienda la mecha”, añaden. Lo comparan a una olla hirviendo. “Aparecen muchas burbujas diminutas que vuelven a desaparecer rápidamente y estas burbujas representan miniuniversos”.  Unas pocas prosperaran hasta componer el tipo de burbuja que pueden verse a simple vista. Es lo que sucedió con el universo conocido hace 13.000 millones de años. El inimaginable calor hizo que una de esas burbujas implosionase en ínfimas fracciones de segundo. Este Big Bang creó, paso a paso, todo lo que existe. Ese proceso podría describirse al completo con las ecuaciones de la teoría “M”, que sería la primera en unificar las cuatro fuerzas conocidas del universo: la gravedad, el electromagnetismo, la interacción débil y la interacción fuerte.
Esta teoría no se sabe si algún día podrá demostrarse en un laboratorio, por lo cual los expertos dicen que sin observación o experimentación, caemos en la filosofía, la literatura o la mística. Es cierto que la teoría “M” no está resuelta y no se sabe si es correcta, pero en las próximas décadas los científicos van a seguir trabajando, así que, nadie puede predecir cuándo y cómo podrá ser demostrada. Pero lo que sí está claro es que hay que mantener una mente muy abierta como hace Hawking cuando se explora lo desconocido y confiar en la sabiduría del tiempo, porque al final todo lo descubre. 
Ángel Luis Jiménez Rodriguez 

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