El Alcalde de Córdoba, Andrés Ocaña, de IU sostiene, en unas declaraciones de estos días, que entre el PP de José Antonio Nieto y la Unión Cordobesa del empresario Rafael Gómez “existe una rotunda coincidencia en el modelo político que defienden ambos”, subrayando “está claro que los hipotéticos pactos y los entendimientos siempre se dan con quien hay coincidencia”. “Creo imposible -por tanto- llegar a un acuerdo con Gómez para revalidar la alcaldía, en caso que fuera necesario”. Ahora, le contesta el PP insinuando que “hay asuntos que unen a ambos” y “que conoce todo el mundo” por la polémica construcción ilegal de las naves de Colecor. Pero que falta de juicio y, también, de coherencia en dos partidos que se suponen democráticos. Ganas de liarse en una disputa que favorece y hace publicidad gratuita al proyecto populista de Rafael Gómez, que está imputado y procesado en el caso Marbella. Sabemos que en el PP priman los intereses por encima de las ideas, pero compararlo con el proyecto ¿político? -lo dudo- de Rafael Gómez media un abismo. Y es que no queremos acordarnos de Jesús Gil y su proyecto de gobierno local basado en la toma democrática de las instituciones para el posterior expolio de sus recursos públicos. El peligro para Córdoba es que esa cultura populista del dinero fácil y el pelotazo lleguen a impregnar de tal forma la sociedad que acabe provocando una enfermedad colectiva, -como ocurre en Marbella- que requiera generaciones para su curación. Así que, tenemos que estar vigilantes, especialmente, con el proyecto de Rafael Gómez y con las declaraciones y manifestaciones que realizan los políticos cordobeses, en este periodo preelectoral, sobre los asuntos que más nos preocupan: paro, educación, sanidad, transportes públicos, servicios sociales… para poder hacer un seguimiento exhaustivo de sus coherencias, sus promesas y su cumplimiento. Además debemos plantearnos antes de votar unas preguntas muy simples: ¿Qué prometieron los partidos en 2007 y qué han hecho en realidad? ¿Qué dijeron entonces y que dicen ahora? Las respuestas a estas preguntas deberán decidir nuestro voto en Mayo. Sin miedo a exigir las responsabilidades que correspondan. En eso consiste la verdadera política y la auténtica democracia.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez
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