lunes, 10 de enero de 2011

A los agoreros y desorientados de izquierdas.

El PSOE está atravesando un momento de incertidumbre, que no de crisis, pues las encuestas le son desfavorables. Muchos militantes creen que Zapatero es el problema, sin embargo, es parte de la solución por tener capacidad de recuperación y dotes de liderazgo, condiciones que, pese a la campaña de descredito de la derecha y a las críticas y presiones soportadas, nunca ha perdido en este periodo de crisis económica y social global de la que todos somos víctimas.
La continuidad de Zapatero es una decisión personal que debe respetar la militancia y que, además, cuenta con el apoyo de la dirección socialista. Se hace necesario recordar cuál ha sido su trayectoria desde que asumió el liderazgo del PSOE en el año 2000, cuando su partido se encontraba sumido en una gran depresión debido a las sucesivas victorias electorales del PP. Zapatero ganó para el socialismo las elecciones generales del 2004 y 2008. Situó el país en línea con el progreso económico europeo y consolidó las políticas sociales -con leyes como: la ley de dependencia, la de género, y leyes contra el maltrato de mujeres o los matrimonios homosexuales, entre otras- propias de un Estado de bienestar.
En Mayo del 2010, obligado por las Instituciones europeas y debido a nuestras viejas miserias económicas, el Gobierno tuvo que hacer ajustes y reformas que han sido difíciles de comunicar, duras de entender y casi imposibles de aceptar. No había otras salidas posibles, porque no olvidemos que estamos en una crisis internacional por unos malditos bonos basura de unos terribles hombres basura, que además de especular están también en el afán de mutilar nuestras ideas, nuestra sociedad y nuestros gobiernos.
El pronóstico para el 2011 no puede ser peor a pesar de la aprobación en el Congreso de unos presupuestos fundamentados en los dos principios básicos de la política económica para salir de la crisis: austeridad para el reequilibrio de las cuentas públicas y reformas para ganar competitividad; y sin perjuicio, como se decía en el preámbulo, de mantener el esfuerzo realizado en los últimos ejercicios en lo relativo al gastos social. Y es que la asfixia económica y el descredito de la política y de los políticos es lo peor de la crisis y, sobre todo, la forma en la que ha tomado arraigo en nuestra sociedad. Según las encuestas del CIS los ciudadanos continúan sin ver la luz para salir del pozo. La  gente en los sondeos pide trasparencia donde no hay más que confusión y combatir a esas mafias especulativas que hunden la solvencia de un país, olvidan a los pobres, arruina a los incautos y someten a humillación al poder político. 
Ahora, los agoreros y desorientados de izquierda, inclusive del partido socialista, dicen que Zapatero y su Gobierno son incapaces de sacarnos de esta situación, pero hay que recordarles que son los gobernantes elegidos democráticamente y los únicos con voluntad social para sacarnos sin excesivos sufrimientos de este pozo sin fondo creado por las mafias especulativas gracias a la desregulación de la derecha. Y el que no quiera entender esto es que es un ingenuo o un cándido que confunde la política con la magia. Además, es claro suponer, que con actitudes como esas se ponen en peligro las políticas sociales de este Gobierno y, lo más grave, facilitan el acceso al poder de las derechas.
María José Jiménez Izquierdo


No hay comentarios:

Publicar un comentario