viernes, 26 de agosto de 2011

Decidamos todos/as la reforma Constitucional.

Hoy, viernes 26 de agosto, quedará presentado en el Congreso de los Diputados el texto pactado entre PSOE y PP para modificar la Constitución. Esta modificación tiene como fin incluir en la constitución un principio genérico de estabilidad presupuestaria que impida al Estado y las Comunidades Autónomas incurrir en un déficit estructural que supere los márgenes establecidos por la Unión Europea. El texto acordado no fija cifra sobre  los límites del déficit, sino que se remite a una ley orgánica que tendrá que ser aprobada antes del 30 de junio de 2012 y que precisará un déficit del 0,40% para las Administraciones públicas a partir del 2020, pudiendo ser revisada en 2015 y 2018 según la evolución de la economía. Este texto tiene que ser registrado hoy en el Congreso para que el Pleno convocado el martes lo debata y pueda ser aprobado como máximo el viernes 2 de septiembre. El presidente Zapatero con este acuerdo sacrifica la posición socialista sobre este asunto en un nuevo intento de calmar a los insaciables mercados y satisfacer al Banco Central Europeo y al eje alemán-francés, dejando a Rubalcaba a los pies de la derecha, sin programa y sin sus electores potenciales. Este acuerdo, tan determinante para nuestro futuro, implica un ataque importante al gasto público: sanidad, educación, ayudas sociales y es sin paliativos un ataque frontal al Estado de bienestar. Además, tiene consenso suficiente para ser aprobado por el Congreso y Senado. Ahora, la ciudadanía debe conseguir en un plazo de 15 días que 35 diputados o 26 senadores soliciten un referéndum. Y no existe mejor medio, ni más rápido para movilizarnos que las redes sociales o las páginas web de microblogging o actuable. Así que todos en marcha. La plataforma Democracia Real Ya (DRY), una de las convocantes del 15-M, ha difundido un manifiesto que lo dice muy claro “La ley de regla de gasto en la Constitución supondrá una pérdida de soberanía”… “No somos mercancía en manos de políticos y banqueros”. Finalizando con una declaración de principio, que deberíamos hacerla nuestra: “Seguimos oponiéndonos tajantemente a este tipo de medidas que se deciden sin consultar con quien realmente debería ostentar la soberanía: el pueblo”. No podemos admitir lo dicho muchas veces por los burócratas del poder, “Todo para el pueblo pero sin el pueblo”. Hay que oponerse con acción y movilización popular, recordándoles a los representantes del pueblo, por si se les hubiera olvidado, que todo el poder del Estado deriva del pueblo y de sus decisiones, principio básico de toda democracia.
María José Jiménez Izquierdo y Ángel Luis Jiménez Izquierdo.

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