miércoles, 31 de agosto de 2011

El feminismo de derechas.

No entiendo al PP. Tampoco entiendo a su secretaria general María Dolores de Cospedal -con ingresos superiores a 240.000 euros durante 2009-, cuando dice que su partido no piensa recuperar el Impuesto sobre el Patrimonio y aboga por una bajada de impuestos. Ayer, afirmaba “Más impuestos equivalen a más paro”. Este argumento contradice la situación fiscal de Suecia, Alemania y Francia, países con mayor presión fiscal y no tan desbordados como España por el desempleo. Pero decir esto en los momentos que vivimos es escandaloso sobre todo cuando las arcas del Estado están en dificultades y el déficit nos supera. Estas declaraciones y otras tan inciertas sobre el número de asesores de Zapatero, las deudas con las farmacias o las escuchas ilegales de la policía a los dirigentes del PP –nunca denunciadas ante un juzgado-, me hacen pensar que no anda muy fina ante los medios de comunicación, por eso los desprecia cuando puede. Y es que cada día se parece más a las “tigresas” de la derecha americana del Tea Party, Sara Palin, Michele Bachmann y compañía. Todas ellas conservadoras, populistas y demagogas, que dicen no ver sus valores reflejados  en las propuestas de las políticas sociales colectivistas o en las cuotas de género. Ahora quieren hacernos creer que son las únicas voces de los que no tienen voz o no son escuchados. Y se atreven a decir que son las autenticas representantes de los trabajadores y que defienden la igualdad tanto o más que las  feministas. Para ellas el feminismo no es de izquierdas ni de derechas. Sin embargo, olvidan que el feminismo es un movimiento transformador, holístico e integrador, por tanto, no puede ser de derechas porque incluye en su visión la necesidad de transformar las estructuras que mantienen oprimidas a todas las mujeres y no sólo a unas mujeres. Por eso el feminismo es también anti racista, anti homo, anti todas las formas de discriminación. El feminismo es, ha sido y será siempre de izquierdas. Siempre se ha articulado en torno a las instituciones de la izquierda y relacionado con el movimiento obrero. Estas mujeres que se definen como feministas de derechas dicen asumir como propias esencias del feminismo como la elección individual y la libertad personal, pero a mi entender con conceptos equivocados. Por eso, cuidado con este feminismo de derechas porque es peligroso y pretende confundir. Y si lo ignoramos al final nos puede salir caro.
María José Jiménez Izquierdo y Ángel Luis Jiménez Rodriguez

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