lunes, 2 de enero de 2012

El déficit como doctrina.

El Gobierno del PP mandó a los ciudadanos, después del Consejo de Ministros del pasado viernes, un mensaje inquietante: Menos derechos y más impuestos y el déficit como doctrina. Mariano Rajoy, antes de llegar al poder, se comprometió a favorecer la inversión y el empleo pese a las evidencias de ajuste del gasto derivado de los compromisos con Bruselas. Y ahora, se descuelga con un recorte demoledor. También prometió, en el debate de investidura, no subir los impuestos y, sin embargo, una semana después nos sorprende con una subida tributaria poco equitativa que carga el peso de la recaudación sobre las rentas del trabajo sin tocar apenas las del capital ni gravar las grandes fortunas. ¿Qué esperábamos? Esto es lo normal en un partido de derechas y neoliberal. Para colmo ese caótico paquete de medidas aprobadas que  congela el salario mínimo de 641 euros y descongela pensiones de 2.000 euros. Una contradicción más entre los propósitos perentorios del ajuste y sus medidas concretas. Y todo ello porque el Gobierno considera que al final de este año el déficit será del 8% y no del 6% como se había previsto. Esta desviación de las previsiones está causada por las comunidades autónomas, hecho reconocido por el gobierno, lo que no dicen es que casi todas están gobernadas por el PP desde las elecciones de mayo. Para compensar ese déficit, meten la tijera a asalariados, funcionarios, dependientes, jóvenes… y a todos lo que se les pongan por delante excepto las grandes fortunas y el capital. Una vez más políticas del pasado para un futuro incierto y recesivo, lo esperado en un partido conservador. No creía posible algo diferente. Y lo peor es que, según la vicepresidenta, estos recortes aprobados por 8.900 millones de euros son sólo el “inicio del inicio” de nuevos ajustes que quedan para marzo, después de las elecciones andaluzas. Está claro que un recorte presupuestario de esta naturaleza e intensidad nos conducirá con total seguridad a una prolongada recesión de la que será muy difícil salir. Pero no importa, sigamos apoyando y votando al PP sin tener en cuenta sus políticas y contradicciones. Espero que algún día despertemos de este mal sueño. Ojalá.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

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