jueves, 5 de enero de 2012

Un panorama muy sombrío para la ciencia.

El nuevo Gobierno del PP ha eliminado el Ministerio de Ciencia e Innovación, creado por los socialistas, y a ningún ministerio de los existentes le ha agregado la palabra “ciencia”.  Parece que la ciencia va a estar ausente. Ya lo estuvo en el discurso de investidura de Rajoy, pues no hubo ninguna referencia concreta al I+D, pero si hubo un aviso a la comunidad investigadora sobre la posibilidad de recortar todos los capítulos de gasto público. Sin embargo, la Iglesia continuará recibiendo 10.000 millones de euros al año entre subvenciones directas, donaciones económicas, cesiones de terrenos y exenciones de impuestos. En el plan de choque del Gobierno del viernes pasado se han recortado ya 600 millones en subvenciones y préstamos para I+D. Hay que recordar que los presupuestos para I+D cayeron en 2010 y se estancaron en 8.600 millones para el 2011 debido en gran parte a la crisis económica. “Estamos ante un panorama muy sombrío” decía en estos días Carlos Andradas, presidente de la Confederación de Sociedades Científicas de España (Cosce), una entidad que agrupa a más de 30.000 investigadores. Y es que están en juego muchos puestos de trabajo para una generación de investigadores jóvenes que, de no obtener plaza fija, podrían irse al extranjero. “Estamos en una situación dramática, vamos a perder una generación de científicos que no tendrán cabida en el sistema español”, lamenta Andradas. Hasta ahora, antes de finalizar el año se convocaba el Plan Nacional de I+D, que era el sustento básico de cualquier científico y el programa del que obtienen recursos la mayoría de los centros españoles. Este año por las elecciones y el traspaso de poderes no se ha hecho aún, y eso que los socialistas dejaron la convocatoria preparada, aunque delegaron la publicación al PP. “Si se alarga el retraso podría pasar como en 1996 con Aznar, cuando se perdió un año completo de financiación”, alerta José María Valpuesta, director del Centro Nacional de Biotecnología. Este nuevo Gobierno debería poner en marcha la aprobada Ley de la Ciencia. Norma que sienta las bases para la modernización del sistema de I+D en España y uno de los mejores legados de la segunda legislatura de Zapatero. Y por supuesto, necesita desarrollo para que nazca la Agencia Estatal de Investigación, que sigue en estado embrionario. Este nuevo organismo repartiría cada año los fondos de I+D con mayor independencia del poder político y seguiría el modelo de la ERC, organismo europeo que reparte los fondos de I+D en la Unión Europea y del que recibimos 60 millones anuales. Pero claro después del viernes 30 de diciembre, con el tijeretazo histórico de Rajoy, yo estaría muy preocupado/a si fuera científico/a. El I+D ha dejado de ser para el PP una prioridad nacional. A este Gobierno no le preocupa el avance hacia la economía del conocimiento, que tanto pregonan, porque sólo con la deducción por vivienda que han previsto recuperar este año se cubriría toda la inversión pública en I+D del ejercicio. En resumen, estamos ante un nuevo Gobierno con viejas ideas que pone de actualidad antiguas exclamaciones contra el saber como ¡Qué inventen ellos! o “La precariedad os hará más sabios”. Pobre país.
Ángel Luis y María José Jiménez

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