El PP sigue una estrategia perfectamente orquestada contra la oposición en la calle a sus medidas de recortes y ajustes. Sin embargo, se equivoca totalmente al elegir al colectivo de estudiantes valencianos para lanzar el mensaje de que las protestas sociales serán reprimidas con mucha dureza. Quieren despolitizar a la ciudadanía identificando a los manifestantes como agitadores y enemigos del gobierno y de la democracia. Qué equivocados están. Las consecuencias de esa estrategia equivocada son las movilizaciones, concentraciones y manifestaciones cada día más concurridas de los jóvenes. Porque a mayor represión, mayor acción como respuesta. Los jóvenes no tienen mucho que perder con el futuro que le estamos proyectando. Pero ahora no están solos, sino que se sienten apoyados por padres, profesores, cargos públicos y partidos de izquierda. Hasta la asociación de Jueces para la Democracia ha emitido un comunicado en el que indica que los videos apuntan a un uso de la fuerza “desproporcionada e indiscriminada” con policías que “no portaban la correspondiente placa de identificación”, lo cual es ilegal. Así que ya no cuela la estrategia de quienes mandan. Jugaban a dividir trabajadores/as con sindicatos, partidos de izquierda con ciudadanos/as e hijos con padres y madres. Ya no nos engañan. Quizás no tengamos todavía una perfecta idea de lo que hay que hacer, pero si sabemos lo que no queremos, porque lo que vemos del primer mes de gobierno del PP, no nos gusta nada.
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