jueves, 23 de febrero de 2012

Tú eres y vales por la verdad que digas.

En 1924, el juez Gordon Hewart al revisar una sentencia en el alto Tribunal de Justicia del Reino Unido escribió “Un gran número de casos atestiguan que no es de cierta importancia, sino fundamental, que no sólo se debe impartir justicia, es más importante mostrar manifiesta e indudablemente que se ha hecho justicia”. Desde entonces este es uno de los grandes aforismos jurídicos del Derecho “No sólo ha de hacerse justicia sino que debe verse claramente que se ha hecho justicia”. En la sentencia condenatoria del juez Garzón por las escuchas del caso Gürtel, bajo el pretexto de que es difícil de explicar y con unos argumentos jurídicos contradictorios, se ha escamoteado a la opinión pública “la justicia”. Porque para quién se escriben las sentencias, sino para los ciudadanos. La verdad es siempre una cuestión de explicaciones que el común de los ciudadanos tiene derecho a conocer. Esta sentencia de vengativa ingeniería jurídica, con más juicios de intenciones -a lo largo de sus muchos folios- que indicios, pruebas o argumentos jurídicos, crea dudas y un clima de opinión contraria a la misma y al Tribunal que la ha emitido. Y además, preocupa a muchos ciudadanos que nuestro sistema constitucional haya recibido un nuevo golpe. Ochenta ONG de derechos humanos de Europa, Asia, África y América han hecho llegar a la diplomacia española su “gran preocupación” respecto a la “criminalización” de la actividad judicial del exjuez Garzón y han exigido su rehabilitación. Pero Garzón no se rinde y sigue luchando. Ayer, su defensa presentó un incidente de nulidad de actuaciones, aunque sabe que lo van a rechazar, pero es paso imprescindible para acudir al Tribunal Constitucional. La Fiscalía posiblemente presente también su correspondiente incidente de nulidad. Hoy 23-F, el Poder Judicial ratifica el acuerdo de la Comisión Permanente, reunida en secreto y por sorpresa la pasada semana, para ejecutar la sentencia del Tribunal Supremo de separación de la carrera judicial a Baltasar Garzón. Esta semana en la toma de posesión de magistrados del Tribunal Supremo, Carlos Dívar, presidente del mismo y del Consejo General del Poder Judicial, decía sobre este asunto “Nosotros preferimos quedarnos con la filosofía del poeta medieval que decía tu eres y vales por la verdad que digas”. Ojalá así sea. Porque así lo esperamos los ciudadanos por el bien de la Justicia.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

1 comentario:

  1. Me ha gustado mucho el articulo y en contra de mis principios me atrevo a añadir algo de mi cosecha. Me ha traido a la memoria un antiguo caso que lleve ante los tribunales, en el que dos bares pleiteaban con la comunidad de cierta urbanizacion por poner las mesas en la terraza exterior. Te suena? Pues bien como cada uno de los pleitos lo enjuicio un juez, uno dio la razon al del bar y otro a la comunidad de propietarios.Conclusion, la justicia no es un valor absoluto, sino relativo y subjetivo. La justicia no existe, dijo una vez el Juez Beloch, sino una mera apariencia de la misma. Esto me lleva a pensar que probablemente ortros jueces distintos hubieran llegado a un pronunciamiento, distinto. a partir de los mismos hechos y con aplicacion de las mismas normas juridicas.El caso Garzon mereceria ser enjuiciado por un tribunal internacional, su fallo se acercaria mas a la realidad y a la justicia..

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