¿Cargará España eternamente con el peso muerto de la trasnochada opinión de los obispos, de las mafias más burdas y casposas, del poder del dinero y de los contactos sucios, de la corrupción y la desvergüenza? ¿Seguiremos pasivos ante el espantoso retorno al pasado que vemos en la política, la judicatura y la Iglesia? ¿Aguantaremos los/as trabajadores/as tantas reformas, recortes, paro y deterioro de condiciones y derechos laborales? Tan vacio ha quedado este país de ética, moral, cultura y sentido de la justicia. ¿Entre nosotros queda gente digna, decente y honrada que nos saque de este agujero tan profundo? En esta grave situación, nuestro grito es ¿Hay alguien ahí? Me refiero a alguien decente que nos pueda ayudar. Porque algo deberíamos hacer para levantar el ánimo y encarrilar esta terrible situación. ¿Lo intentamos?
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