viernes, 15 de junio de 2012

¿Dónde están los intelectuales europeos?

Decía en un poema Nicanor Parra, reciente premio Cervantes, que atravesamos tiempos calamitosos, imposibles de hablar sin incurrir en delitos de contradicción, imposible callar sin hacerse cómplice de los poderosos. Y eso parece que está ocurriendo con los intelectuales europeos en esta época de crisis, con su silencio se hacen cómplices de los poderosos. El profesor Jan Warner Müller decía estos días en la prensa alemana “los intelectuales europeos han fallado a la hora de defender los grandes logros de la construcción europea y (…) de denunciar el despilfarro de un gran legado de confianza mutua y entendimiento”. En todo el proceso de integración europea siempre han estado presentes las voces de los intelectuales, porque el debate no sólo era económico o del euro, sino político y moral. Por eso, seguía diciendo en su artículo el profesor Müller, “otra equivocación de los intelectuales es ignorar la profunda injusticia con que se está actuando en nombre de la austeridad y la rectitud fiscal”. En honor a la verdad hay que decir que son un puñado de intelectuales alemanes los que están avivando la llama del debate europeo en esta situación de crisis. En concreto, el nobel Gunter Gras y el filósofo Jürgen Habermas, que escribe continuamente sobre este tema en la prensa alemana y francesa. Hace unos días decía “cómo llaman federalismo ejecutivo al pacto fiscal y de austeridad impuesto por Merkel a sus socios europeos, que pretende transferir los imperativos de los mercados a los presupuestos nacionales sin ninguna legitimación democrática propia”. Y hace una semana, Soledad Gallego-Díaz se preguntaba en las páginas de El País, dónde estaban los intelectuales europeos en este debate. No entendía el silencio de las voces de los intelectuales franceses, italianos y españoles en defensa de la constitución europea. O de un modelo social y político diferente al de las dos grandes propuestas que existen en el mundo: la de Estados Unidos y la de China. Europa, hay que decirlo muy claro, no sólo defiende el orden democrático, la economía de mercado y el imperio de la ley, sino también un pacto social que no existe ni en Estados Unidos ni en China. Así que, si los intelectuales son incapaces de encabezar la defensa del modelo europeo, “vendrán más años malos y nos harán más ciegos a todos” como dice Sánchez Ferlosio, un intelectual español.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

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