miércoles, 6 de julio de 2011

El estado y el mercado.

Hay muchas cosas que diferencian a la izquierda de la derecha. Pero una de las diferencias más significativas, y en la que nunca coincidirá un gobierno de derecha con uno de izquierda, está en la recaudación y distribución los recursos. Si queremos que esa distribución de recursos sea lo más igualitaria posible, esa tarea debe realizarla el Estado y no los mercados como quiere la derecha. El Estado no permitiría, ni un gobierno de izquierdas, que muy pocos consumieran demasiado y demasiados consumieran muy poco, porque eso sería injusto social y económicamente, por no decir también inmoral. A los mercados eso no les preocupa porque lo que defienden es el interés privado frente al bienestar colectivo, y siempre con ajustes brutales que sufren los que menos tienen. Los mercados no tienen respuestas adecuadas para los difíciles problemas que plantea esta crisis. Pero ocurre también, que el Estado para corregir desigualdades a veces realiza intervenciones tan exageradas que asfixian la posibilidad de soluciones. Por eso cada día hay más empobrecimiento social y más estancamiento económico. Esto me hace pensar que, si queremos encontrar una salida y futuro para nuestros problemas, habría que echar mano de todas las ideas que han sido válidas hasta ahora, inventar otras nuevas y darle rienda suelta al pragmatismo y la experimentación. Porque se ha demostrado que las ideas rígidas no ayudan a encontrar soluciones, sino que las retrasan. Una política de futuro tendría que fortalecer la política frente a la economía, al Estado frente al mercado, para mejorar la correlación de fuerzas en las coyunturas futuras y hacer políticas de presente más progresistas. Sólo así se crearan las condiciones para que, quizás, en el futuro, sea posible cambiar el sistema.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

No hay comentarios:

Publicar un comentario