miércoles, 13 de julio de 2011

Un día negro.

Este lunes fue un día negro para España y para Europa. En nuestro país la bolsa cayó hasta un 3,5% y marcó un mínimo de 9.588 puntos. La prima de riesgo del bono español a 10 años se situó en 335 puntos básicos (3,35% más de sobrecoste que exigen los compradores de deuda española). Por tanto, el problema del euro no es ya de los países periféricos europeos (Grecia, Irlanda y Portugal apenas el 6% del PIB de la UE) sino también de España, Italia e incluso Bélgica con problemas políticos y económicos graves debido a la turbulencia de los mercados y por ser el blanco de los movimientos especulativos. Lo más grave es que no hay motivo para esta situación, ya que Estados Unidos y Japón tienen una deuda pública muy superior a la de Europa. El problema  está en las dudas de los líderes europeos, sobre todo de Ángela Merkel, que reaccionó tarde y mal a la crisis griega dando lugar al contagio de otros países europeos. La respuesta debió ser la solidaridad Europea y la responsabilidad Griega para poner orden en su casa. Pero no, los bancos alemanes se negaron a participar en los nuevos planes de ayuda para Grecia, siendo  los principales afectado. Hay que tener claro que esta situación a la que han llegado los mercados es irracional y su interdependencia exige la adopción de medidas más allá del ámbito europeo para que resulten convincentes. Porque en esta crisis los peligros son globales y los problemas también, y por lo tanto, la solución no puede ser local o nacional. Hace falta en Europa una política común y unas finanzas comunes. Y para eso hace falta también liderazgos capaces de pensar, decir y actuar con esa pedagogía. Hay que reivindicar el poder político frente al poder financiero y a la fatalidad de los mercados y las agencias de calificación. Así que, si esta Europa germanizada deja caer a Italia o a España por la voracidad de los especuladores, cae también el euro y con él se iría al traste todo lo que hemos construido con tanto esfuerzo y se cuestionaría la democracia de la Unión Europea.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

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