La
noticia hoy, mañana y hasta el día 27 de este mes, será que la infanta Cristina
deberá acudir a declarar en los juzgados de Palma, como copropietaria de Aizóon
y directiva de Nóos, imputada por el juez José Castro, que instruye el caso Nóos
por apropiación indebida de fondos públicos por parte de Iñaki Urdangarín yerno
del Rey, y su ex socio Diego Torres. Inicialmente la citación para el día 27,
declarada de oficio por el juez sin petición de parte, no está apoyada por la
Fiscalía que la va a recurrir. Pero el juez en un extenso y fundamentado auto
de 18 folios razona los motivos por los que imputa a la hija del Rey, la única persona de la
junta directiva del Instituto Nóos que aún no lo estaba. Ahora Zarzuela nos sorprende
con la decisión de elegir a Miquel Roca como principal defensor de la hija del
Rey.
El
juez Castro en su auto de 18 folios, de forma sistemática, va desgranando los
datos que justifican su decisión. "No se acaba de entender que el Rey no
comente con su hija las críticas que había hecho llegar a su marido". Por
eso, agrega "Surgen una serie de indicios que hacen dudar" de que [la
Infanta] desconociera que su esposo la utilizaba como vocal en el ámbito de
influencia de Nóos. "Conviene despejar en cualquiera de los sentidos,
antes de finalizar la instrucción de esta pieza, la incógnita", señala
finalmente el juez. El objetivo, agrega, es que no se perpetúe la duda con un
cierre en falso de la investigación. Y, sobre todo, escribe Castro en
coincidencia con el Rey en su mensaje navideño, se debe "Evitar el
descrédito de la máxima de que la justicia es igual para todos". Pero como
he dicho antes, para vergüenza histórica de la justicia española, será la
Fiscalía Anticorrupción la que actúe como abogado defensor de la Infanta
Cristina, junto a Miquel Roca.
Es
la primera vez que un familiar directo del rey se ve obligado a declarar como
imputado en un juzgado y lo hará en un caso donde la corona tal vez no tenga
responsabilidad penal, pero sí responsabilidad política. Es una rareza también
que para esta citación el juez -muy consciente de dónde se mete- se vea
obligado a justificar sus razones en un extenso auto. Y es también una de esas
extrañas ocasiones en las que la fiscalía se opone a una simple declaración,
sobre todo cuando existen motivos más que sobrados para justificar una
citación, que ya tardaba, porque resultaba llamativo que no se llamara a
declarar a la infanta Cristina, la única persona de la junta directiva del
Instituto Nóos que como he dicho aún no estaba imputada.
Estimo
que es posible que hubiera una cierta actitud de no querer llamarla al
principio, pero si no se le hubiera llamado ahora, todos habríamos pensado en
un enjuague destinado a apartar a la hija del Rey de toda molestia procesal por
el hecho de serlo. Además, hay que aclarar que los miembros de la familia del
Rey carecen de fuero especial y, por tanto, si el auto de convocatoria adquiere
firmeza -la fiscalía ha anunciado que va a recurrirlo- la hija del Rey habrá de
acudir al juzgado como una ciudadana más. Por
lo tanto, es imprescindible,
que la justicia llegue hasta el final del caso Nóos, no solo por tratarse de un
asunto grave de corrupción, sino por ser un escándalo que está causando un daño
considerable al prestigio de la Monarquía y de la Nación española.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez
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