Las cifras 0-25-50-100, relativas al
desaparecido crecimiento, la tasa de desempleo, la caída del precio de la
vivienda y el porcentaje de la deuda pública, ponen en cuestión el discurso del
ministro Montoro y del Gobierno sobre los presupuestos del 2014.
Frente al discurso del Gobierno, carente de
rigor, y a esas declaraciones grandilocuentes y victoriosas de sus ministros de
Economía (Guindos) y Hacienda (Montoro) están la ley de los grandes números 0-25-50-100.
El primer dato de esa serie remite a crecimientos en el entorno del 0% hasta
2017 según los vaticinios del FMI. El desempleo va a permanecer en tasas
superiores al 25% durante al menos un lustro y eso en parte por la caída de la
población activa: los españoles vuelven a emigrar o dejan de buscar trabajo. El
tercer dato hace referencia a la caída esperada del precio de la vivienda, un
37% en términos reales para este año, llegando hasta el 50% en 2014. Y
finalmente la deuda pública, que sigue aumentando a gran velocidad y rozará ese
100% del PIB en 2014 según los pronósticos del Gobierno.
Sobre esos números se han manifestado diversos
analistas y economistas españoles, entre ellos Guillem López Casasnovas,
profesor de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y consejero del Banco de España,
que dice “El coste de la deuda, sin crecimiento y con un paro escandaloso del
25%, roza el límite de la insolvencia. Hemos acabado en una situación que tiene
lo peor de lo peor: tal es el cúmulo de errores que han devenido en la doble
recesión española, en parte por las respuestas improvisadas de la UE, Alemania
y el BCE”. Y que, sin embargo, han sido aceptadas sin dudar por el presidente
Rajoy.
Esa serie del 0-25-50-100 sugiere para Daniel
Gros, director del Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS), que la
recuperación española “será tan lenta como larga: hay que pensar en Alemania y
su crisis, que empezó en 1995 y terminó
en 2005”. Gros sostiene que lo peor ha pasado, pero España puede quedarse cerca
del fondo que ya ha tocado durante un tiempo. “Lo que pase con el rescate y con
la banca dependerá de lo que suceda con el sector inmobiliario: España debería
pensar en atraer inversores que se queden los proyectos que están ahí
pudriéndose”.
Cierro este corto análisis con las palabras
del estadístico de Estado y autor del libro "Las dos próximas recesiones", Juan Ignacio Crespo, que dice: “Los
números 0-25-50-100 son horrorosos, pero la economía siempre encuentra válvulas
de escape: puede haber llegada de inversiones de países emergentes o que el
nuevo Gobierno alemán acepte lo que hasta ahora parecía imposible. Al final, la
crisis española seguirá el mismo patrón histórico que suelen tener las grandes
crisis: 10 años de purga”. Si ese pronóstico es válido, quedan cinco por
delante para salir de la secuencia 0-25-50-100. Un lustro más de crisis que
desentona con el “cuán grande será la recuperación” de Rajoy y sus ministros.
Así que ya no más engaños, ni mentiras ni
publicidad engañosa, que no somos tontos. España no va bien, ni tiene brotes verdes,
aunque anuncien hoy a bombo y platillo el fin de la recesión y el principio de
la recuperación porque hemos crecido el 0,1% en el PIB del tercer trimestre. No
sé cuántas veces habrá que recordarle a este Gobierno que no habrá recuperación
hasta que no se cree empleo. El empleo es la prueba del algodón de nuestra
economía. Porque no es lo mismo la recuperación de la economía española que la
economía de los españoles. Y no es un juego de palabras, sino que detrás de la
primera solo hay cifras y detrás de la segunda siempre hay personas.
Ángel Luis Jiménez Rodríguez
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