martes, 12 de abril de 2011

El candidato de la nada.

Esta semana, Zapatero ha dicho que ahora el PP tiene que hacer su programa y presentarlo a los españoles, porque ya no tiene coartada para no hacerlo. El debate sucesorio sobre el presidente del Gobierno está resuelto desde el pasado sábado, dos de abril. No basta con pedir elecciones anticipadas, sino que debe facilitar a los españoles información sobre las medidas que piensan aplicar para salir de la crisis. Sin embargo, parece ser que la consigna del estado mayor del PP es ocultarlas. A pesar de ello, Aznar le ha puesto deberes a Rajoy: “Propuestas claras, marcadas en vivos colores, que sean las inconfundibles del PP”, pero cuáles, el copago o la privatización para la sanidad y la educación, más recortes para los empleos públicos, menos políticas sociales y más ajustes fiscales, la energía nuclear frente a las energías renovables.  Las respuestas a estas preguntas preocupan a los españoles, y quieren conocerlas porque están hartos de hipótesis y conclusiones extraídas de las píldoras soltadas por Rajoy en entrevistas e intervenciones públicas. En la última, el pasado sábado, afirmaba que es un “mandao”,  y que no se había ocupado de las candidaturas que el PP presentará el 22-M. Un intento de desvincularse de ellas, ya que van cargadas de imputados e implicados en casos de corrupción. Qué cabe esperar de un político que oculta sus propuestas y que se desentiende de las listas electorales, sabiendo que los que van en ellas serán sus representantes en las instituciones. La respuesta es obvia: nada. Si como vemos, no propone nada, no se encarga de nada y no se entera de nada, para qué lo queremos.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

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