domingo, 5 de junio de 2011

El vergonzoso Diccionario Biográfico Español.

El Diccionario Biográfico de la Real Academia Española de la Historia se ha publicado hace una semana con mucha polémica, y ha sido equiparado al Diccionario Biográfico Nacional de Oxford. Pero el parecido acaba en el nombre, porque ni en el método de trabajo, ni en la revisión académica tienen nada que ver. Inclusive en el Diccionario de Oxford cuidan y mucho que el historiador no sea alguien tan cercano al personaje como para perder la perspectiva critica hacia el biografiado. Es más, si es necesario se le pide al autor de la biografía que cambie el texto si ha quedado demasiado elogioso. Las biografías apologéticas no están permitidas. Ejemplo del Diccionario Español, Luis Suarez, el historiador elegido para escribir la biografía de Franco, está vinculado a la Fundación Francisco Franco, preside la Hermandad del Valle de los Caídos y tiene relación personal con la familia del dictador cuidando de sus archivos, por lo que ha escrito un panegírico sin rigor alguno. En un tema tan delicado para los españoles como la Guerra Civil se debía haber llamado a un grupo de expertos con opiniones diversas y opuestas y no sólo a autores vinculados con el franquismo que lo describen como “cruzada” o “guerra de liberación”. Pero esto es sintomático de lo que se estaba haciendo. Ahora, nos venden como libertad de expresión, las mentiras del franquismo y un revisionismo de la historia que debería estar prohibido. Creo que este Diccionario Biográfico, subvencionado con dinero público (5,8 millones de euros del Ministerio de Educación), es un caro monumento a una historiografía caduca y a la egolatría de alguno de sus inspiradores. Con este Diccionario, la Real Academia de la Historia ha rendido un gran servicio al conservadurismo más rancio. Y es que el franquismo, después de muchos años de la muerte del dictador, no ha desaparecido, sino que se ha adaptado y está muy presente en toda la sociedad española. Pensaba que con esta obra, -40.000 biografías en 50 tomos,  25 publicados y 25 pendientes-, la Academia de la Historia acabaría con el vacío historiográfico de los grandes nombres de este país y, como cometido último, saldaría las cuentas del pasado de manera respetuosa y científica, lo que no me esperaba es que acumularan nuevas infamias. O lo que es peor, legitimaran las antiguas. Así que, o retiran este panfleto o la Academia tendrá que revisarlo, no podemos permitir que esta obra sea la referencia histórica oficial de nuestro alumnado.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

No hay comentarios:

Publicar un comentario