sábado, 11 de junio de 2011

Es o no Democracia.

El año pasado, en la Plaza de Colón, miles de personas se manifestaron contra el matrimonio homosexual y el divorcio. El Gobierno no les hizo caso, así que, según ellos, el Gobierno no era democrático. En las pasadas elecciones municipales, 600.000 ciudadanos votaron en blanco enviando un grito de silencio, según los analistas políticos, sobre nuestra democracia. Los acampados en las plazas públicas piden una democracia real y dicen que los políticos no les representan. Entonces, cómo consideramos a los 22 millones de ciudadanos que conscientemente fueron a votar el 22 de mayo para elegir con sus votos a los alcaldes y concejales de los ayuntamientos constituidos hoy. No es bueno, ni me parece bien, que la mejor forma de defender nuestra democracia de los poderes no democráticos sea debilitando a sus representantes y dudando de su legitimidad. La legitimidad de sus representantes es la legitimidad de la democracia, a pesar de sus fallos.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

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