miércoles, 29 de junio de 2011

¿Reformas o elecciones?

Resulta paradójica la reprimenda de los primeros ministros conservadores, en la cumbre europea del partido popular, el pasado viernes al líder de la oposición griega, Antonis Samaras, por no apoyar las políticas pactadas entre el Gobierno socialista griego y la UE y el FMI. Ángela Merkel exigió a Samaras que hiciese frente a esa “responsabilidad histórica” que le debería conducir a votar a favor de los recortes pactados para frenar la especulación sobre el euro y la probable suspensión de pagos de Grecia. No podemos olvidar que fue el partido conservador de Samaras el que durante una década falseó las estadísticas de Grecia para ocultar un déficit desorbitado. Antonis Samaras no cedió a las presiones, no apoyará los acuerdos pactados con la UE  y que son imprescindibles para que Grecia reciba el apoyo financiero necesario porque pretende que se convoquen nuevas elecciones. Y es que la jugada se ensayó con éxito en Portugal, donde la oposición hizo caer al Gobierno socialista de José Sócrates al zozobrar los recortes pactados con la UE. El nuevo primer ministro de Portugal, el conservador Pedro Coelho, se estrenó en la citada cumbre europea comprometiéndose a poner en marcha “en dos meses” las reformas del programa de rescate, que había rechazado previamente de los socialistas porque ahora serán infinitivamente más estrictos. Muchos dirigentes políticos europeos ven al PP en la misma actitud -Rajoy no asistió a la cumbre popular europea temiendo la reprimenda-, votando en contra de todas las políticas de reforma, para decir después que el responsable es el Gobierno y a continuación pedir elecciones anticipadas. Zapatero lo dice todos los días, “Que España supere esta grave crisis es una cuestión de país y está por encima de los colores y las siglas políticas”. En el debate del estado de la nación de hoy, el PP tenía una nueva oportunidad para unirse al esfuerzo colectivo de todos en la difícil tarea de la recuperación económica y la vuelta a la creación de empleo de forma sostenida, pero no ha sido posible. Nuevamente, el discurso del líder del PP se ha centrado en pedir el adelanto de las generales. Y al final ese será el ruido que quede del debate del 2011 sobre el estado de la nación española.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

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