lunes, 21 de noviembre de 2011

¿Es posible el cambio desde dentro?

Desde la victoria del PP en las elecciones autonómicas y municipales del 22 de mayo, el camino de Mariano Rajoy hacia el Gobierno había quedado expedito. Todo el mundo lo sabía, no era necesario mirar las encuestas. Por el contrario, al PSOE se le auguraban resultados catastróficos. El hombre con coraje, constancia y dignidad que podía salvar los papeles en esa batalla pérdida y de resultados previstos era Alfredo Pérez Rubalcaba. Hoy, en la madrugada del 21 de noviembre, con el triunfo del PP (44,61% de los votos y 186 diputados) y la derrota del PSOE (el 28,73% de los votos y 110 diputados), se inicia la travesía del desierto de la socialdemocracia española, e igual que en la campaña, Rubalcaba es y debe ser, después del congreso socialista, el hombre idóneo para conducirla. No nos podemos consolar pensando que a Rajoy, al igual que a Zapatero, se lo van a merendar los mercados, porque entonces no habría alternancia posible e iríamos derechos a un gobierno de tecnócratas. Gobierno para que especuladores y mangantes se aprovechen y sigan ganando dinero, y el poder económico y financiero siga despreciando la política. Menos mal que encuentro consuelo en la voz de Leonard Cohen, “Me sentenciaron a 20 años de aburrimiento por intentar cambiar el sistema desde dentro. Ahora vengo a compensarlos. Primero tomaremos Manhattan. Después Berlín…” Y es que si no es posible cambiar el sistema desde dentro habría que hacerlo desde fuera, tomando las calles y las plazas públicas con los indignados -ya movimiento mundial o global-. No podemos tolerar el ofensivo espectáculo de una riqueza desaforada -1% contra el 99%- que se codea con las carencias básicas del ser humano, y que el capitalismo en toda su historia no ha sido capaz de resolver.   
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

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